En China se toman la reforestación en serio
La imagen es de una reforestación en Shandong. Foto del Banco Mundial
Los desastres medioambientales de la década de los 90 del siglo pasado están en la base de medidas políticas ambiciosas
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“El país -China ha recuperado desde principios de siglo una media anual de 50.000 kilómetros cuadrados de cubierta forestal”, subtitula el periódico El País de España el artículo en que cuenta cómo han logrado hacer de la forestación una actividad interesante para los agricultores.
Mientras la pérdida de árboles avanza en otras zonas de la tierra, varios desastres ocurridos durante la década de los 90 pasados les hicieron tomar conciencia de las consecuencias de una deforestación que alcanzaba al 86% de la superficie del país. Una sequía extrema en la cuenca del Río Amarillo en 1997 y fuertes inundaciones un año después a lo largo del Yangtsé provocaron miles de muertes y cuantiosas pérdidas.
Las autoridades respondieron a estas crisis, cuenta Xavier Fontdegloria, el autor del artículo, con la aprobación de ambiciosos planes de conservación y reforestación que implican campañas masivas de plantación de árboles. Estas se realizan tanto a mano como a través de siembra aérea y las zonas se cierran para facilitar la regeneración del bosque y selvas.
La campaña abarca la reconversión de suelos agrícolas en forestales. Un agricultor que se acogió al programa de reforestación ve crecer ahora en sus 60 hectáreas sauces, fresnos y pawlonias y recibe un subsidio anual equivalente a unos 56.000 € anuales durante 5 años. “Es bastante más de lo que ingresaba por la cosecha y supone menos trabajo, porque solamente nos tenemos que preocupar de mantener el bosque limpio de follaje. Tengo 60 años y con este dinero es suficiente para vivir el resto de mis días”, explica el campesino.
Las dramáticas consecuencias que tienen los suelos desnudos se experimentan en la costa mediterránea en prácticamente cada “gota fría”. Quizás sin llegar a aspirar a una Península forestada como en la época en que la ardilla podía recorrerla sin tocar el suelo… sí que sería bueno pensar en un suelo más protegido por vegetación y, en especial, en los terrenos adyacentes a los cauces.
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Fuente principal
Xavier Fontdegloria, La gran reforestación china, en El País
Agricultura sostenible en el desierto