Cultivos

La fruticultura española se transforma

La sostenibilidad se posiciona como eje estratégico en la fruticultura actual española

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En los últimos cinco años, la fruticultura nacional ha experimentado una evolución significativa, impulsada por la adopción de técnicas innovadoras, la diversificación de cultivos y la incorporación de variedades más demandadas en los mercados internacionales. Estas acciones han permitido aumentar la competitividad del sector y mejorar el valor añadido de las producciones.



 


Evolución de las superficies cultivadas


Los cultivos leñosos como almendro, olivo y pistacho han liderado el aumento de superficie en este período, debido a su adaptabilidad al regadío y seco, así como a su potencial de mecanización y alta rentabilidad. Otros cultivos, como el algarrobo, están ganando terreno gracias a la creciente demanda de productos vegetales ricos en proteínas. Por su parte, los cítricos presentan una tendencia mixta: mientras el limonero crece en superficie, naranjo y mandarino se están enfocando en variedades premium.


En contraste, frutales tradicionales como melocotonero, peral y manzano han visto reducida su superficie debido a los elevados costos de producción, especialmente los asociados a la mano de obra. Lee también: Agralia ofrece innovadoras soluciones en agrotextiles para protección de frutales.



 


Innovación y sostenibilidad


En este contexto, la sostenibilidad se posiciona como eje estratégico. La búsqueda de fuentes de agua alternativas y el uso de tecnologías de riego eficientes son prioridades, especialmente en zonas con estrés hídrico. Además, las energías renovables están ganando protagonismo como solución para reducir costos energéticos y mitigar el impacto ambiental.


 


Apoyo al sector desde las instituciones financieras


Las entidades financieras han desarrollado líneas específicas para respaldar a los agricultores en este proceso de transformación. Estos incluyen financiación para modernización de explotaciones, inversiones en sistemas de riego eficientes, y apoyo a la producción ecológica, entre otros.


El compromiso con la fruticultura del futuro requiere una combinación de innovación, sostenibilidad y adaptabilidad para afrontar los retos del sector y mantener a España como referente en los mercados internacionales.


Fuente: https://www.plataformatierra.es/


Imagen: https://efeagro.com/