Nutrifitos
Liberar el potencial de los cereales con la micorrización
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Una nueva solución que hace a las plantas más vigorosas, más autosuficientes y más productivas.
09.09.2025 - INFOMERCIAL
La micorrización es una técnica fascinante y muy importante en la agricultura moderna, capaz de ofrecer enormes beneficios al desarrollo y a la productividad de los cultivos, además de al medioambiente. Esta favorece y aprovecha las interacciones entre las raíces de las plantas y ciertos grupos de hongos, conocidos como hongos micorrícicos.
En el contexto de los cereales, como el trigo, el arroz, el maíz y la cebada, la micorrización mejora la absorción hídrico-nutricional, la tolerancia al estrés y el crecimiento general. En este análisis evaluaremos sus ventajas y veremos cómo se lleva a cabo.
Agricultura de cereales sostenible, los obstáculos a eliminar
Los cereales son una fuente alimentaria esencial en cualquier economía. Desafortunadamente, para obtener una ganancia suficiente de estos cultivos, es necesario alcanzar rendimientos muy altos y, en el caso de los granos de alta calidad, cumplir con los estándares más exigentes.
Hasta la fecha, en el intento de lograr estos resultados, se ha recurrido exclusivamente al uso masivo de fertilizantes químicos simples: una opción que conlleva costes bastante elevados en comparación con los ingresos y que, a largo plazo, provoca el empobrecimiento orgánico y microbiológico de los suelos. La simbiosis micorrícica ofrece un enfoque alternativo y sostenible para mejorar la producción de cereales.
¿Qué son las microrrizas?
Las micorrizas son intrincadas redes de hifas fúngicas que forman relaciones simbióticas con las raíces de la mayoría de las plantas, incluidos los cereales. Se dividen esencialmente en micorrizas arbusculares (MA) y ectomicorrizas (ECM). Los hongos MA son más comunes y se asocian a la mayoría de los cultivos de cereales, mientras que los hongos ECM se encuentran principalmente en las plantas leñosas.
En la simbiosis con los cereales, las micorrizas penetran en las células de las raíces y forman estructuras ramificadas llamadas arbúsculos. Estas estructuras sirven como sitios de intercambio con el hongo, que de esta forma pone a disposición de la planta los recursos absorbidos a través del denso micelio desarrollado en el suelo.
Beneficios de la microrrización de los cereales
Al ampliar enormemente el radio de acción de las raíces, las micorrizas permiten a la planta explorar nuevas porciones de suelo, aumentando la absorción de nutrientes y garantizando un mejor acceso a los recursos hídricos disponibles. Estas propiedades hacen que la micorrización sea particularmente adecuada para la agricultura de cereales, donde puede ofrecer diversos beneficios:
- Mejor estado nutricional de las plantas. Las micorrizas tienen capacidades únicas para alcanzar y asimilar nutrientes para la planta, en particular nitrógeno, fósforo, potasio, cobre, molibdeno, zinc y azufre. A cambio, los hongos reciben azúcares para su desarrollo. Este intercambio de nutrientes mejora considerablemente el ahijamiento, el crecimiento y el rendimiento de los cereales.
- Mayor tolerancia al estrés. Las micorrizas ayudan a las plantas a hacer frente a diversos tipos de estrés ambiental, como la sequía, la salinidad y la toxicidad de los metales pesados. Al mejorar la eficiencia de la absorción de agua y nutrientes, los cereales pueden resistir de forma más eficaz las condiciones adversas. Además, la colonización de la rizosfera por parte de hongos beneficiosos mejora el ecosistema radicular, en detrimento de algunos agentes patógenos del suelo.
- Menor uso de fertilizantes químicos. Al reducir la dependencia de los fertilizantes tradicionales, los agricultores pueden contener los costes de producción, reducir la contaminación ambiental y mejorar la salud del suelo. Por sus características, la técnica de la micorrización es extremadamente versátil y aplicable tanto en la agricultura ecológica como en la convencional.
VHERA® MB: Multiplica la absorción y los rendimientos
VHERA® MB es un consorcio microbiano altamente concentrado, específico para integrar y extender la actividad radicular, restaurar la fertilidad de los suelos agotados y favorecer el crecimiento de plantas sanas y productivas. El producto contiene micorrizas arbusculares, bacterias de la rizosfera y Trichoderma harzianum, y está enriquecido con enzimas y sales minerales de efecto nutricional. Los tres microorganismos actúan en sinergia sobre el sistema radicular, el suelo y las plantas, estimulando un crecimiento rápido y homogéneo de los cultivos agrícolas.
- Hongos micorrícicos: al entrar en contacto con los capilares radiculares, establecen lazos simbióticos con la planta y forman un micelio extrarradical muy ramificado y extenso. Con su valiosa actividad, la micorriza asegura a la planta grandes cantidades de recursos, aumenta la biodisponibilidad de fósforo en el terreno y la tolerancia del cultivo al estrés.
- Bacterias de la rizosfera: la vasta colonia bacteriana benéfica enriquece el microbioma del suelo, enviando a la planta señales metabólicas que intensifican la biosíntesis de hormonas naturales y regulan los mecanismos de autodefensa del vegetal. Como resultado, se favorecen la germinación, la emisión de raíces y el desarrollo vegetativo, además del bienestar general del cultivo.
- Trichoderma harzianum: el hongo antagonista coloniza la rizosfera, donde compite con los patógenos, a los que sustrae recursos indispensables para crecer y generar infección. En caso de amenaza, el Trichoderma envía a la planta señales fisiológicas que permiten la activación de la resistencia sistémica adquirida.
Cómo microrrizar cereales con VHERA® MB
El producto está diseñado para proporcionar a los cereales un beneficio inmediato y una serie de ventajas a medio y largo plazo. Por ello, en estos cultivos, Biolchim recomienda el uso de VHERA® MB en una fase temprana, es decir, en el momento de la siembra.
Su formulación en polvo de alta carga electrostática permite su uso tal cual, directamente en la tolva, para el tratamiento y la bioestimulación de las semillas.
VHERA® MB también se puede aplicar en suspensión acuosa; por esta razón, en cultivos de fertirrigación, el producto puede aplicarse con éxito a través de mangueras, en la primera intervención de riego.
En cultivos como el trigo, la cebada, el maíz, el arroz, la avena, el sorgo y la espelta, una sola aplicación de VHERA® MB es suficiente para promover la germinación de las semillas y mejorar el crecimiento de la planta durante todo el ciclo de cultivo. La excepcional actividad benéfica de las micorrizas hace que las plantas sean más resistentes y reduce su dependencia de la intervención humana. De este modo, se obtienen una mayor productividad y una calidad del grano superior.