Innovación varietal y su impacto en el cultivo del Cerezo
- Las nuevas variedades aportan aspectos claves para la rentabilidad y competitividad del cultivo, algunos relacionados con la calidad de la fruta
El capítulo 2. Variedades y portainjertos del artículo “El cultivo del cerezo. Situación actual y desafíos” ha sido redactado por los especialistas Néstor Santolaria, Erica Fadón y Javier Rodrigo del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). En él, se aborda la situación actual y los desafíos del cultivo del cerezo, destacando su importancia económica a nivel mundial.
Uno de los factores responsables del avance del cultivo del cerezo en muchos países es la innovación varietal, que ha producido un gran cambio en la estructura varietal en las últimas décadas. Un claro ejemplo se puede observar en Extremadura, donde menos del 10% de la producción de cerezas se dedica a variedades de tipo ‘picota’ con D.O.P. Cereza del Jerte. En otras regiones también se han ido sustituyendo variedades tradicionales por nuevas obtenciones provenientes de programas de mejora de varios países, principalmente de América y Europa.
Las nuevas variedades aportan aspectos claves para la rentabilidad y competitividad del cultivo, algunos relacionados con la calidad de la fruta como la firmeza, el calibre o la calidad gustativa, características muy apreciadas por los consumidores. La resistencia al cracking y la aptitud postcosecha son otros caracteres muy interesantes, ya que la cereza es una fruta muy delicada tanto en árbol como tras su recolección. Otros caracteres agronómicos de gran interés para el agricultor son la productividad y la época de maduración del fruto, ya que la fecha de maduración junto al calibre son los dos factores más importantes en el precio final de la cereza.
Las diez variedades más cultivadas según su superficie en España son ‘Lapins’ (9%), ‘Frisco’ (6%), ‘Prime Giant’ (5,7%), ‘Sweet Heart’ (4,6%), ‘Santina’ (4,1%), ‘Nimba’ (3,8%), ‘Earlise’ (3,8%), ‘Red Pacific’ (3,7%), ‘Burlat’ (3,6%), ‘Early Bigy’ (2,8%) (Rodrigo, 2020; Rodrigo & Negueroles, 2019). La diversa composición varietal genera un calendario de maduración muy amplio en nuestro país, que comienza en abril en las zonas más precoces con variedades extra tempranas como ‘Royal Tioga’ o ‘Nimba’ y termina a finales de julio en las zonas más tardías con variedades como ‘Sweet Heart’, ‘Skeena’ o ‘Stacatto’.
Los patrones condicionan la arquitectura y el tamaño de los árboles, y también su adaptación al tipo de suelo de cada zona de cultivo. Los más utilizados en nuestro país son Prunus mahaleb, tanto de semilla como clonales. En el Valle del Jerte se utilizan mucho los reboldos (patrones francos de Prunus avium). En los últimos años se están introduciendo en muchas zonas Adara, Marilan (Mariana + Adara), MaxMa14 o Colt. En la actualidad se está llevando a cabo un gran esfuerzo para introducir nuevos patrones de poco vigor que permitan optimizar los sistemas de formación e intensificación para facilitar el manejo y recogida del fruto.
Imagen principal: portalfruticola.com
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