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Cultivo de pitahaya en invernadero, una alternativa rentable y en expansión

Cultivo de pitahaya en invernadero, una alternativa rentable y en expansión
  • En los últimos años, la pitahaya se posiciona como uno de los cultivos exóticos con mayor proyección en el mercado hortícola.

  • Su creciente demanda internacional y buena adaptación a sistemas protegidos la convierten en una opción viable para productores que buscan diversificar con cultivos de alto valor.

  • Invernaderos Europeos te ofrece información técnica de valor sobre cultivos emergentes. 

 

18.06.2025 – INFOMERCIAL

La pitahaya, o fruta del dragón, es un fruto tropical perteneciente a la familia de las cactáceas. Se pueden diferenciar tres subfamilias:

  • Hylocereus, que da lugar frutos sin espinas con el exterior rosado.
  • Selenicereus, que dan lugar a frutos con espinas, siendo el exterior amarillo.
  • Stenocereus, da lugar a frutos con espinas.

La especie más cultuvada en España, y en el mundo, es la Hylocereus. Que además, presenta una gran adaptabilidad ambiental:

  • Se desarrolla desde el nivel del mar hasta los 2.750 m s.n.m.
  • Tolera temperaturas de hasta 40 °C.
  • Algunas variedades requieren sombreados parciales (30–50%).
  • Estas características facilitan su cultivo tanto en climas tropicales como en zonas semiáridas con control ambiental.

 

¿Por qué cultivar pitaya en invernadero?

El cultivo de pitaya bajo invernadero permite mejorar el control de variables climáticas, reducir la incidencia de plagas y enfermedades, y optimizar la calidad del fruto. Inveurop recomienda las estructuras tipo macrotúnel y multitúnel, ya que proporcionan:

  • Control eficiente de temperatura y humedad.
  • Protección frente a eventos climáticos extremos.
  • Mejora en la estabilidad productiva anual.
  • Mayor eficiencia en la cosecha y comercialización.

 

Los aspectos técnicos del cultivo de pitahaya bajo invernadero

Propagación y densidad de plantación

La multiplicación por esquejes de 50–70 cm es la técnica más utilizada, permitiendo entrada en producción en menos de un año. La densidad depende del sistema de soporte:

  • Vertical. De 2–3 m entre líneas, hasta 3.750 plantas/ha.

  • Horizontal/inclinado. Hasta 6.500 plantas/ha.

Además, las plantas requieren estructuras firmes al tratarse de trepadoras, por lo que la altura recomendada pasa por los 1,4 a 1,6 m para las alturas verticales y los 1 a 1,2 m para las alturas horizontales.

Fertilización y riego

  • Sistema radicular superficial. Responde bien a fertirrigación con aportes minerales y orgánicos.

  • Riego localizado (goteo o microaspersión). Favorece un suministro uniforme y reduce el aborto floral.

Polinización

La pitaya presenta floración nocturna y breve ventana de fecundación. Es decir, si la flor se ha abierto, ha de ser polinizada esa misma noche, sino no se podrá fecundar. Por tanto, en cultivo protegido, la polinización manual es central, ya que de ella depende un correcto cuajado y producción.

Las técnicas van desde el manual con cepillo o contacto directo.

Cosecha y rendimiento

  • Periodo floración–recolección. 27–33 días.

  • Inicio de producción a partir de los 18 meses.

  • Rendimiento potencial entre 10 y 30 t/ha.

  • Recolección manual con tijeras para evitar daños en la epidermis. Especialmente en las Hylocereus.

 

Una alternativa con alto potencial productivo

El cultivo de pitaya en invernadero se consolida como una opción rentable y sostenible, gracias a su demanda en crecimiento, adaptación climática y elevado rendimiento en condiciones controladas. Inveurop cuenta con la experiencia y las soluciones estructurales necesarias para asegurar el éxito de cada proyecto.

 

 

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