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La piratería varietal en la fruticultura Italiana

La piratería varietal en la fruticultura Italiana
  • Durante la Mesa caliente que tendrá lugar en Macfrut 2023 del 3-5 de mayo Rimini Expo Centre, hablarán sobre ‘La promoción de variedades en fruticultura, entre expectativas mesiánicas y piratería: un enfoque realista’

23.03.2023 – ACTUALIDAD
La piratería varietal es desde hace años un fenómeno rampante en nuestra fruticultura. A pesar de que en la actualidad casi todas las nuevas variedades están protegidas por patentes nacionales y patentes de la UE, la multiplicación y el cultivo no autorizado de nuevas variedades ha adquirido dimensiones poco menos que vergonzosas, con un perjuicio estimado, sólo para Italia, de más de 20 millones de euros al año: una amenaza para toda la cadena hortofrutícola nacional, un perjuicio inestimable para el mundo de la producción, con los consiguientes riesgos ligados a la propagación incontrolada de diversas patologías, además de constituir un daño moral material para los consumidores, productores y comerciantes que operan legalmente.

 

La ‘Mesa caliente’ en Macfrut 2023

El tema se profundizará en Macfrut (3-5 de mayo Rimini Expo Centre) durante la ‘mesa caliente’ prevista el jueves 4 de mayo a las 13.00 horas en el encuentro “La promoción de variedades en fruticultura, entre expectativas mesiánicas y piratería: un enfoque realista”, en el marco del Salón de Viveros.

“El desarrollo de una nueva variedad vegetal”, explica el Dr. Stefano Lugli, coordinador del Salón de Viveros, “requiere largos plazos y cuantiosos recursos financieros. En el caso de los frutales, se tarda una media de 10 a 15 años en sacar una nueva variedad al mercado, empezando por el cruce. Para un proyecto de mejora, la inversión puede superar fácilmente los 100.000 euros. A esto hay que añadir los costes de protección, certificación de salud genética y recursos para el desarrollo comercial de la variedad. Contando en mano, crear y difundir una novedad puede requerir 200.000 euros y más. En el sistema actual, el reconocimiento del derecho del obtentor mediante el pago de un canon por planta, por superficie o sobre el producto comercializado, es una condición esencial para garantizar la continuación de los proyectos de mejora genética, ya sean públicos o privados, que ofrecen a los fruticultores la posibilidad de disponer de nuevas variedades más productivas, resistentes, resilientes y cualitativamente mejoradas”.

Según el profesor Daniele Bassi, moderador de la mesa redonda, “el tema de los derechos de mejora genética del material vegetal, incluidos los frutales, no es ciertamente nuevo. Además de la legislación italiana, existe una legislación europea que figura entre las más modernas del mundo y que tiene en cuenta la protección jurídica de las mutaciones y la utilización del material genético para la mejora varietal. A pesar de la importancia de defender los derechos de propagación, las infracciones de la legislación son frecuentes, con el consiguiente perjuicio para todo el sector. La ‘mesa caliente’ del Macfrut, a través de la voz de representantes de todo el sector, quiere hacer balance de la situación”.


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