Una casualidad ayuda a nuestro planeta en la degradación de plásticos
Según Plasticseurope, en 2018 la producción mundial de plásticos ha sido de 360 millones de tn, de los cuales 62 millones de tn aporta Europa
RESUMEN – 04.05.2020
Los plásticos, desde hace tiempo han aparecido en nuestras vidas y sin darnos cuenta llegaron a ser uno de los productos más utilizados. Si bien su origen son polímeros sintéticos derivados del petróleo fósil, existen varias razones totalmente valorables que fundamentan su importancia como el bajo costo, material ligero, durabilidad, etc pero en contraposición y no menos importante, tenemos su tiempo de degradación natural que ronda los 150 años.
En cuanto al destino final, Plasticseurope ha determinado que la Unión Europea junto Noruega y Suiza, desechan hasta el 38% del plástico en los vertederos, y el resto se utiliza para el reciclaje (26%) y la recuperación de energía (36%) a través de la combustión, que por supuesto genera impacta en nuestro ambiente. Por lo tanto, se necesitan urgentemente nuevas soluciones para la degradación del mismo.
Un gusano de cera podría ser la solución
Científicos del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (CSIC), en España, descubrieron por casualidad que al dejar una película de polietileno en contacto directo con gusanos de cera (Galleria mellonella), comenzaron a aparecer agujeros después de 40 minutos.
Ante el asombro y para descartar la posibilidad de que la acción mecánica del aparato bucal fuera el único responsable de los orificios, se realizó un preparado con gusanos y se dejó en contacto con las películas de plástico, dando como resultado una pérdida de masa significativa de 13% del material luego de 14 horas de tratamiento, descartando cualquier duda y llegando a la conclusión que había algo más en su composición con cierta capacidad de degradación del plástico.
En la búsqueda al interrogante de cómo es capaz de degradar un enlace químico generalmente no biodegradable, se llega a la respuesta de que puede estar en la ecología misma del individuo. Los gusanos viven como parásitos en las colmenas de abejas, alimentándose de su cera, la cual es un polímero, una especie de ‘plástico natural’, compuesta de una mezcla muy diversa de compuestos lipídicos, incluidos alcanos, alquenos, ácidos grasos y ésteres, teniendo una estructura química no muy diferente al polietileno.
Si bien todavía no está claro el origen de esta capacidad digestiva, los científicos creen que puede derivar del propio organismo como la secreción de sus glándulas salivales o de las actividades enzimáticas de su flora intestinal, lo cual aún está pendiente de descubrir.
Este descubrimiento sobre la “digestión del plástico” por los gusanos, sumado a la rápida tasa de biodegradación, -como la que ocurre con los plásticos biodegradables- ponen de manifiesto que estamos frente a una gran posibilidad de ayudar al planeta a eliminar los restos de residuos plásticos, que no solo contaminan campos y ciudades, sino que además se encuentran en los océanos.
Fuente: Revista científica Current Biology – Polyethylene bio-degradation by caterpillars of the wax moth Galleria mellonella
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