Cómo se construye la prevención frente a la mosca de la fruta en la Comunitat Valenciana
Un modelo basado en vigilancia, control integrado y actuación coordinada
Si el clima es el detonante que dispara el riesgo de la mosca de la fruta, la prevención es el mecanismo que permite contenerlo. En el II Encuentro Nacional de Asesores de Phytoma, celebrado el pasado 11 de diciembre, Vicente Dalmau Sorlí, jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Generalitat Valenciana, explicó cómo se articula en la práctica el programa integrado de control de Ceratitis capitata en la Comunitat Valenciana, un modelo basado en la anticipación, el seguimiento continuo y la actuación coordinada a escala de territorio.
La mosca del Mediterráneo es una plaga ampliamente conocida en la región, con capacidad para provocar pérdidas muy significativas en cítricos y otros frutales si no se adoptan medidas de control. A esta presión estructural se suma un escenario climático cada vez más irregular, que favorece la proliferación de la plaga y obliga a abandonar enfoques reactivos para apostar por estrategias preventivas sostenidas en el tiempo.
La prevención empieza con datos
El primer pilar del modelo valenciano es el seguimiento semanal de la plaga. La Comunitat Valenciana dispone de una red de monitorización distribuida por todo el territorio, con trampas que permiten conocer la evolución de las poblaciones de Ceratitis capitata semana a semana. Esta información se integra en bases de datos y se traduce en mapas de riesgo e informes técnicos que sirven para orientar la toma de decisiones.
Este sistema no solo permite anticipar los picos poblacionales, sino que también resulta clave para ajustar las medidas de control según la zona, la época del año y las variedades presentes. Además, los datos de seguimiento son una herramienta fundamental para responder a las exigencias de los mercados de exportación, que cada vez demandan mayor trazabilidad y justificación de las estrategias de control.
La Técnica del Insecto Estéril como eje del programa
Sobre esta base de información se apoya el elemento central del programa: la Técnica del Insecto Estéril (TIE). Esta técnica consiste en la cría masiva de machos de Ceratitis capitata, su esterilización y posterior liberación aérea, de modo que al aparearse con hembras silvestres no generan descendencia viable, reduciendo progresivamente la población de la plaga.
La Comunitat Valenciana apostó por este sistema tras décadas de control basado en tratamientos insecticidas, cuando empezaron a detectarse resistencias y se intensificaron las restricciones al uso de productos químicos. Desde 2007, la TIE se aplica a gran escala y constituye hoy el pilar principal del control, con liberaciones planificadas durante todo el año.
Uno de los aspectos destacados en la ponencia fue la liberación dosificada de machos estériles. Las rutas aéreas, controladas por GPS, permiten ajustar la cantidad de insectos liberados en función del riesgo de cada zona, reforzando aquellas áreas y momentos en los que la presión de la plaga es mayor.
Un enfoque realmente integrado
La TIE, por sí sola, no es suficiente. Por ello, el programa valenciano se articula como un control integrado a escala de área amplia, combinando distintas herramientas:
- Tratamientos terrestres colectivos, aplicados únicamente cuando se superan determinados umbrales y en variedades especialmente sensibles.
- Uso puntual de drones para tratamientos localizados en superficies concretas.
- Control de frutales aislados, como higueras, que actúan como reservorios de la plaga.
- Refuerzo del trampeo masivo y apoyo directo a agricultores y asesores mediante información técnica y suministro de material.
Esta combinación permite reducir de forma drástica el uso de insecticidas, manteniendo la plaga en niveles compatibles con la producción y la comercialización de fruta fresca.
Resultados y mejora continua
Según se expuso en el encuentro, el modelo ha permitido pasar de grandes superficies tratadas con insecticidas en el pasado a un sistema basado en la prevención, la anticipación y la sostenibilidad, con beneficios tanto económicos como ambientales.
Además, el programa incorpora una importante vertiente de investigación y mejora continua. Se evalúa la calidad y el comportamiento de los machos estériles en campo, se trabajan mejoras en la cría y la alimentación, y se exploran nuevas herramientas de control biológico, como parasitoides y hongos entomopatógenos, que podrían reforzar la estrategia en el futuro.
Prevenir para no llegar tarde
La experiencia valenciana muestra que, frente a una plaga tan adaptable como la mosca de la fruta, la prevención no es una acción puntual, sino una estrategia estructural que combina datos, tecnología y coordinación. En un contexto de clima incierto y exigencias crecientes por parte de los mercados, este enfoque se consolida como una referencia para garantizar la viabilidad del sector citrícola y frutícola en el Mediterráneo.
