NOVAMONT IBERIA
El proyecto SOUL: nuevas soluciones de base biológica para la agricultura
El uso de plásticos no biodegradables en agricultura contamina el suelo gravemente al dificultar su reciclaje. El Proyecto SOUL, coordinado por Aitiip, busca sustituirlos por soluciones de base biológica que se degraden de forma segura. Con 17 socios europeos, SOUL desarrollará hasta 11 productos innovadores para reducir la contaminación, la huella de carbono y apoyar la economía circular en Europa
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La utilización de plástico en agricultura se ha hecho imprescindible para la mejora de la producción y la rentabilidad de los cultivos, por ejemplo los films para el acolchado, la rafia o clips para entutorados.
Pero cuando termina su vida útil, al final del ciclo de cultivo, los plásticos no biodegradables ni compostables se convierten en un problema: es muy difícil separarlos de la propia tierra o de restos orgánicos y hacer un correcto reciclaje. A menudo son eliminados de forma incorrecta o simplemente no se recogen, lo que contamina el suelo, se acumulan y se convierten en microplásticos persistentes. Esto perjudica gravemente la salud y la fertilidad de los suelos agrícolas.
Para encontrar poner fin a este grave problema, nace el Proyecto SOUL (por sus siglas en inglés: Bio-based in Soil applications with Optimal iodegradation in their Ultimate Life), con el objetivo de desarrollar y comercializar soluciones innovadoras de productos fabricados con materiales de base biológica que se degraden de forma segura en el suelo y sustituir los plásticos de origen fósil no biodegradables. Aitiip Centro Tecnológico de Zaragoza es el coordinador del proyecto y participa en tareas como la producción de los "masterbatches"; enzimáticos y da apoyo en la producción de clips inyectados.
Este proyecto está formado por un consorcio de 17 socios de toda Europa, tiene una duración de 48 meses y ha recibido una subvención de 7.267.599,50 € con el apoyo de la Empresa Común para una Europa Circular de Base Biológica (CBE JU) y sus miembros, para abordar el reto de crear una cadena de valor que produzca hasta 11 soluciones de productos innovadores biodegradables con un contenido superior al 95% de materia prima renovable. El proyecto SOUL permitirá mejorar la gestión de los residuos, que se reduzca la huella de carbono y prevenir la degradación de los suelos, especialmente los agrícolas. El proyecto también asegura el cumplimiento de las regulaciones y apoya la transición hacia una economía circular y sostenible en Europa.

Aitiip también lidera la validación de los productos en las localizaciones de demostración en distintos países de Europa, así como la replicación y explotación de los resultados del proyecto. Y para garantizar la efectividad de las soluciones, los productos se validarán en cinco ubicaciones de demostración situadas en Italia, Portugal, Polonia, Irlanda y España. Las pruebas evaluarán el rendimiento de los productos en diferentes condiciones climáticas y entornos que garanticen una biodegradación segura y la salud del suelo, a la vez que el diseño para múltiples escenarios de fin de vida útil (reutilización, compostaje y reciclaje), la implicación de administraciones públicas, la estandarización y la aceptación en el mercado.
La doctora Carolina Peñalva, coordinadora del proyecto, afirma:
«el proyecto SOUL representa un paso fundamental hacia una bioeconomía verdaderamente circular para los plásticos que acaban en nuestros suelos».
Al asegurar una biodegradación eficaz, la reducción de contaminación por plásticos de origen fósil comporta mejorar la salud de los suelos y promover la sostenibilidad.
Novamont, empresa de Versalis (ENI) y actor internacional en el sector de los bioplásticos y productos bioquímicos derivados total o parcialmente de la biomasa, participará activamente en el desarrollo de biomateriales con una biodegradabilidad a medida, en algunos casos mejorada por enzimas novedosas, para garantizar que los productos se descompongan de forma segura y eficiente tras su uso.
Carolina Peñalva asegura:
«el objetivo es crear materiales sostenibles y de alto rendimiento que trabajen en armonía con el medioambiente, en lugar de en su contra. Al prevenir la contaminación del suelo y reducir nuestra huella de carbono, podemos proteger nuestros ecosistemas para las generaciones futuras».
SOUL recoge los objetivos clave de la política de la Unión Europea para reducir y eliminar la contaminación, protección de la biodiversidad y el avance de una agricultura más sostenible, apoyando directamente el Pacto Verde Europeo, las Estrategias de Biodiversidad y De la Granja a la Mesa y contribuye al Plan de Acción Contaminación Cero y al Plan de Acción de Economía Circular de la UE.
El proyecto se presentó el pasado mes de septiembre de 2025 en Aitiip Centro Tecnológico en Zaragoza, con la presencia de todos los socios del consorcio en el que ultimaron la estrategia de los 48 meses de duración, con el fin de garantizar la coordinación y la eficacia de este proyecto europeo.

