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Cómo elegir el sistema de riego ideal para invernaderos
La elección del sistema de riego en invernaderos es una decisión estratégica que mejora la eficiencia hídrica, reduce costes y potencia la productividad. En este artículo con Inveurop, conoce las tecnologías más innovadoras para optimizar tu explotación agrícola
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La elección del sistema de riego en invernaderos va más allá de lo técnico; es una decisión estratégica clave para maximizar la eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad de las explotaciones agrícolas.
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Adoptar tecnologías innovadoras permite optimizar el uso del agua, mejorar el desarrollo de los cultivos y reducir costes operativos, situando al productor en el centro de la transformación del sector agrario.
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En este artículo, de la mano de Inveurop, te presentamos las claves para elegir y optimizar el sistema de riego más adecuado para tu cultivo.
23.07.2025 - INFOMERCIAL
Un sistema de riego no debe considerarse únicamente como una cuestión técnica, sino como una decisión estratégica. Desde una perspectiva de agribusiness, se debe promover la adopción de soluciones innovadoras que permitan a agricultores y empresas agroalimentarias maximizar el rendimiento de sus explotaciones. El objetivo es impulsar la transformación del sector, situando al productor como eje del proceso productivo y ofreciéndole herramientas que mejoran la rentabilidad, la eficiencia operativa y la competitividad a largo plazo.
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Importancia de los sistemas de riego en invernaderos
El riego constituye uno de los factores más críticos en la producción agrícola bajo invernadero. La elección adecuada del sistema de riego puede contribuir significativamente a:
- Reducir los costes operativos.
- Optimizar el uso del agua.
- Mejorar el desarrollo vegetativo y productivo de las plantas.
- Facilitar el manejo técnico del invernadero.
El riego por manguera
Entre las opciones disponibles para el riego en invernaderos, el sistema manual representa la alternativa más básica. Sin embargo, su uso no suele recomendarse debido a diversas limitaciones. La aplicación del agua carece de precisión, lo que dificulta el control sobre el volumen aportado y compromete la uniformidad en la distribución. Además, requiere una elevada dedicación de mano de obra, lo que incrementa los costes operativos.
Cuando se utilizan mangueras de baja calidad, es frecuente la aparición de pliegues o dobleces que interrumpen el flujo de agua, generando pérdidas de tiempo y reduciendo la eficiencia del riego.
Microaspersión
El sistema de riego por microaspersión se basa en el uso de micro rociadores, cuyo alcance puede variar en torno a los 2 metros, dependiendo de la presión de trabajo y del tipo de boquilla empleada. Este método es especialmente adecuado para suelos de textura arenosa, ya que permite una cobertura más uniforme en superficies amplias. Su uso es común en el cultivo de flores, como rosas y especies ornamentales de pequeño porte, así como en invernaderos de dimensiones reducidas.
Esta tipología de riego puede integrarse dentro de un enfoque de riego de precisión, cuyo objetivo es suministrar al cultivo la cantidad exacta de agua en el momento oportuno. Aunque a menudo se percibe como un sistema derrochador, un diseño técnico adecuado puede lograr altos niveles de eficiencia hídrica.

Modelo de microaspersión en invernadero. Fuente: Inveurop
El riego por microaspersión, de bajo volumen, es ideal para hortalizas, viveros, huertos e invernaderos, y para protección contra heladas. Su buen diseño mejora la eficiencia hídrica y el rendimiento, además de facilitar la aplicación localizada de fertilizantes, reduciendo costes. Además, ofrece amplia cobertura y facilita la detección de obstrucciones, siendo versátil para riego, enfriamiento y control de humedad. Sin embargo, presenta más pérdidas por evaporación y es más vulnerable a daños que el goteo. Un control preciso de humedad y la correcta elección de emisores son clave para optimizar su uso y evitar desperdicios.
Riego por goteo
El riego por goteo es un sistema ampliamente utilizado en invernaderos que aplica agua a bajas tasas, entre 2 y 20 litros por hora, mediante tuberías plásticas de pequeño diámetro equipadas con emisores o goteros. Estos dispositivos suministran agua directamente en la zona radicular, humedeciendo solo la parte del suelo donde crecen las raíces, a diferencia de otros métodos como el riego por aspersión o superficial, que mojan todo el perfil del suelo. La frecuencia de aplicación suele ser mayor, con riegos cada 1 a 3 días, lo que mantiene un nivel óptimo de humedad en el suelo, ideal para el desarrollo y la floración de las plantas.
Este sistema es especialmente adecuado para cultivos en hileras, como hortalizas, frutos de baya, árboles y viñedos, donde se puede instalar uno o varios emisores por planta. Por su costo de instalación, generalmente se reserva para cultivos de alto valor económico.
El riego por goteo es compatible con la mayoría de los tipos de suelo, aunque se deben ajustar las tasas de aplicación según la textura. En suelos arcillosos, se recomienda aplicar el agua lentamente para evitar encharcamientos y escorrentías, mientras que en suelos arenosos se requieren emisores con mayores caudales para asegurar una adecuada humectación lateral.
Uno de los retos principales de este sistema es la posible obstrucción de los goteros, debido a que sus salidas son muy pequeñas (de 0,2 a 2 mm). Por ello, es imprescindible utilizar agua limpia y filtrada para evitar la presencia de sedimentos, algas, residuos de fertilizantes o precipitados como calcio y hierro, que pueden bloquear el flujo de agua. En este sentido, el riego por goteo destaca por su eficacia incluso con aguas de calidad limitada, como aguas salinas, ya que la aplicación localizada reduce el desperdicio y permite optimizar el uso del recurso hídrico, convirtiéndolo en una opción especialmente valiosa en zonas con escasez de agua.
Riego subterráneo
El riego subterráneo, especialmente mediante difusores enterrados, es uno de los sistemas más utilizados en invernaderos para garantizar un suministro eficiente y directo de agua a la zona radicular. Esta técnica es adecuada para una amplia variedad de cultivos, incluyendo árboles frutales, forestales y ornamentales, arbustos, hortalizas en campo e invernadero, así como plantas en contenedores, macetas o cajas.
El difusor enterrado destaca como una solución innovadora para el riego anticipado y la inyección de agua en las capas profundas del suelo, lo que favorece el almacenamiento hídrico en zonas áridas y mejora la disponibilidad de agua durante periodos críticos. Este método permite un riego preciso y continuo que asegura la supervivencia y el crecimiento saludable de las plantas, al suministrar agua justo donde se necesita.
El sistema de riego subterráneo se compone de un circuito cerrado de tuberías, que puede alimentarse a partir de agua de red, colectores o pozos de agua de lluvia, en cuyo caso es necesario el uso de bombas de superficie o sumergibles. Su integración con tecnologías avanzadas, como sensores ambientales y temporizadores programables, permite optimizar el riego en función de las condiciones reales del cultivo, evitando aplicaciones innecesarias y mejorando la eficiencia del recurso hídrico.
Además, el sistema puede ser completamente automático, con programación diaria o semanal, y puede incorporar sensores higrométricos que detectan la humedad del suelo para activar el riego solo cuando es necesario. La selección del tamaño adecuado de tuberías y boquillas dependerá de la presión y caudal disponible, factores críticos para un funcionamiento eficiente y homogéneo.
Riego hidropónico
https://www.tecnologiahorticola.com/inveurop-diez-consejos-para-optimizar-cultivo-hidroponico-invernadero/