¿Estamos ante un punto de inflexión en la lucha contra la Xylella?
Se amplían las zonas de contención en Francia tras confirmarse que la erradicación ya no es viable en parte de Occitania.
La Unión Europea ha dado un giro significativo en su estrategia frente a Xylella fastidiosa, una de las plagas vegetales más peligrosas del continente. La Comisión Europea ha aprobado una modificación del Reglamento UE 2020/1201 que incorpora nuevas zonas del sur de Francia a la categoría de áreas en contención, tras constatarse que la erradicación ya no es posible en varios municipios de la región de Occitania.
La medida se basa en las prospecciones realizadas por las autoridades francesas, que llevan años intentando detener el avance de la bacteria. Detectada por primera vez en Francia en 2015, en la isla de Córcega, la Xylella fastidiosa también se ha establecido en zonas del continente como Provenza-Alpes-Costa Azul y, especialmente, Occitania. A pesar de los esfuerzos iniciales por eliminar todos los focos, la persistencia de la bacteria ha obligado a replantear el enfoque.
Xylella fastidiosa es una bacteria que vive en los vasos del xilema y bloquea el transporte de savia, provocando síntomas similares al estrés por sequía: marchitez, decaimiento, necrosis e incluso la muerte de la planta. Afecta a más de 595 especies vegetales, entre ellas cultivos tan sensibles como el olivo, el almendro, la vid, los cítricos y numerosos ornamentales y silvestres que pueden portar la bacteria sin mostrar síntomas.
El nuevo reglamento incorpora a la lista de zonas en contención una larga relación de municipios pertenecientes a los departamentos de Ariège, Aude, Alto Garona, Hérault y Tarn. En estas áreas ya no se aplicarán las medidas estrictas de erradicación, basadas en eliminar todas las plantas susceptibles dentro de un radio determinado, sino que se adoptará un enfoque más ajustado a la realidad del territorio: arranque únicamente de ejemplares positivos, vigilancia reforzada y control estricto del movimiento de plantas.
Este cambio no significa relajar la lucha contra la plaga, sino adaptarla. En regiones como Baleares o el sur de Apulia, donde la bacteria también está ampliamente establecida, la contención ha permitido frenar su avance aunque ya no fuera posible eliminarla por completo. Francia se suma ahora a esta estrategia en parte de su territorio. La decisión europea marca un punto de inflexión: tras casi una década intentando detener su expansión, la Xylella fastidiosa continúa avanzando y obliga a las autoridades a replantear sus herramientas. El reto ahora es impedir que la bacteria siga extendiéndose hacia nuevas zonas agrícolas y, a la vez, convivir con su presencia allí donde ya se ha asentado.
Impacto en la agricultura europea
La ampliación de las zonas afectadas en Francia refuerza una tendencia que preocupa al sector agrícola europeo. Las especies más sensibles —olivo, almendro, vid y cítricos— forman parte de la identidad agronómica del Mediterráneo y representan miles de millones de euros en producción anual.
El avance de la bacteria no solo supone pérdidas directas, como la muerte de árboles o la caída del rendimiento, sino también costes indirectos: restricciones al movimiento vegetal, limitación de nuevas plantaciones y necesidad permanente de controles. Además, la capacidad de la Xylella para infectar especies silvestres y ornamentales crea reservorios difíciles de gestionar, lo que hace más compleja la labor de los agricultores y de los servicios de sanidad vegetal.
Qué implican realmente las medidas de contención
Aunque menos drásticas que la erradicación, las medidas de contención siguen siendo estrictas. Entre las principales actuaciones se encuentran:
- Eliminación inmediata de plantas positivas, aunque estén aisladas.
- Vigilancia intensiva, con campañas regulares de muestreo en toda la zona afectada.
- Control de vectores, especialmente cicadélidos y cercópidos que pueden transmitir la bacteria de una planta a otra.
- Limitaciones al movimiento de plantas, tanto dentro como fuera de la zona demarcada.
- Seguimiento constante del territorio, con informes anuales a la Comisión Europea.
Para los agricultores, esto supone convivir con una normativa exigente, pero más flexible que la erradicación, donde se eliminan también plantas sanas dentro de un radio fijo. En la contención, el objetivo es frenar la expansión, no eliminar completamente la plaga.
Referencias
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. (s.f.). Xylella fastidiosa. Gobierno de España. https://www.mapa.gob.es/es/agricultura/temas/sanidad-vegetal/organismos-nocivos/xylella-fastidiosa/ mapa.gob.es
Unión Europea. (2025). Reglamento de Ejecución (UE) 2025/2231 de la Comisión, de 3 de noviembre de 2025, por el que se modifica el Reglamento de Ejecución (UE) 2020/1201 en lo que respecta a la lista de zonas infectadas para la contención de Xylella fastidiosa. Diario Oficial de la Unión Europea.
