Innovación y sostenibilidad medioambiental en agroalimentación
En el blog de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales, ANOVE recogen brevemente cifras que permiten a las profesiones relacionadas con la agroalimentación moderna celebrar con optimismo el Día Mundial del Medio Ambiente, pero siempre teniendo claro, que es necesario seguir trabajando para aumentar la productividad agraria sin dejar de optimizar el consumo de energía y agua y reduciendo las emisiones de CO2.
Este año «el mensaje del Día Mundial del Medio Ambiente es simple: rechaza el plástico descartable. Si no puedes reusarlo, rehúsalo. Juntos podemos trazar el camino hacia un planeta más limpio y verde», dice António Guterres, Secretario General de la ONU.
Según la evaluación de la FAO, la mejora de las variedades vegetales ha generado el 40% del aumento en la productividad de las plantas de cultivo; otras fuentes, consideran que esta aportación puede llegar al 60%. Sea como sea, parece claro que la obtención vegetal contribuye de forma importante al enorme reto de alimentar a una población mundial en constante crecimiento, explica Elena Saez en una información que recoge el portal poscosecha.com
La ESA, European Seed Association ha evaluado la aportación que han hecho los obtentores vegetales al medio ambiente en los últimos 30 años mediante a utilización por parte de los productores agroalimentarios de las innovaciones tecnológicas se ha podido aumentar sustancialmente la productividad, pero empleando menos de agua; el valor de las cosechas obtenidas por metro cúbico de agua utilizada ha aumentado en un 19% en los cultivos de trigo, el 63% en tomate, 75% en naranjo y hasta un 215% en el caso del olivar, etc.
También en el consumo de energía que se emplea en los cultivos se han producido importantes ahorros durante las últimas tres décadas al mismo tiempo que se aumentaba la productividad. Así, por ejemplo, la producción de trigo por megajulio de energía consumida ha subido un 57%, un 50% en el caso del maíz, el 70% en el olivar y el 35% en el cultivo del tomate.
El CO2 emitido a la atmósfera por kilo de producto ha caído igualmente de forma sustancial en los últimos 30 años al poder disponer de semillas de más calidad. En el caso del maíz el descenso ha sido del 34%, un 40% para el naranjo, 42% para el olivar y 24% para el tomate.
La innovación y la cooperación son claves para la sostenibilidad. una innovación que permita producir más con menos; unas políticas agrarias que fomenten las buenas prácticas y un trabajo de cooperación entre todos los eslabones de la cadena agroalimentaria.
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