Desmontando mitos sobre la acumulación de sales en sustratos de fibra de coco
- Comúnmente se dice que las fracciones más gruesas de fibra de coco conocidas como “chips”, acumulan más sodio que las fracciones finas. Un estudio de la empresa Projar lo analiza a fondo.
La fibra de coco se extrae de los cocoteros que se desarrollan en áreas cercanas al mar, por lo que absorben y acumulan sales de sodio, cloro y potasio en altas concentraciones. Ante esto, consideramos importante evaluar cuál de las diferentes fracciones de la fibra de coco, para un uso como sustrato agrícola, contiene y/o acumula mayores concentraciones de sodio.
El interés de esta investigación se debe a testimonios profesionales que se han encontrado en varias zonas agrícolas, dando a entender que la acumulación de sodio en sustrato de fibra de coco es mayor en las fracciones gruesas (de 4 a 10 mm), comúnmente llamados “chips”, comparado con fracciones más finas de este material. Sin embargo, no se han encontrado evidencias bibliográficas en donde se pudieran contrastar estos testimonios.
La relación entre aireación, retención, partículas finas y “chips”
El uso de las fracciones gruesas es mayormente empleado en sustratos de fibra de coco con el objetivo de aportar mayor aireación frente a una menor retención. Por tanto, cuando se habla de la propiedad de retención de agua también está incluida la sal disuelta que pueda contener ese medio líquido. Sería una conclusión anticipada confirmar que las fracciones que retienen mayor porcentaje de agua también acumulan mayor contenido de sales a igualdad de volumen respecto a las que tienen menor retención. Es decir, las fracciones más gruesas como los “chips”.
Como consecuencia de algunos comentarios, por parte de técnicos y productores agrícolas, en los que se opina que las fracciones gruesas (chips) acumulan mayor contenido de sodio (sales en general), se decidió comprobar el contenido de este elemento para las diferentes estructuras de coco mencionadas anteriormente y, de esta forma, comprobar estas afirmaciones mediante la obtención de datos. No debemos olvidar el beneficio obtenido para determinados cultivos al incrementar mediante partículas de mayor granulometría la capacidad de aireación de un sustrato.
Según la Primera Ley de Fick: “La tasa de difusión de una sustancia a través de un medio es directamente proporcional al gradiente de concentración de esa sustancia en el medio”. Por ello, si existe una diferencia de concentraciones se establece una densidad de flujo de partículas de la región de mayor densidad a la de menor.
Análisis de la teoría inicial con Easyplanter Projar
Se van a realizar inmersiones en agua destilada, con un Easyplanter de Projar, en una relación 1:2 v/v hasta un total de cuatro lavados por fracción, determinando en cada lavado el contenido de sodio en ppm. Por último, para comprobar si todavía hubiera sales de sodio retenidas en la fracción más gruesa, la de 10mm, se triturará y se someterá a más inmersiones.
Con el fin de conseguir el mismo volumen de sustrato de cada fracción, se determinó la densidad aparente de estas y se fijó un volumen de sustrato de 200 ml para cada tipo. Las diferentes fracciones se introdujeron en vasos de precipitados diferentes y se aportaron 400 ml de agua destilada, dejando reposar el material en agua por 2 horas y posteriormente drenar y repetir el procedimiento hasta 4 lavados.
El sodio se midió en cada lavado con un medidor de este elemento en unidades ppm (partes por millón). Por último, se trituró la fracción de 10mm para determinar si aún quedaban sales de sodio acumuladas y así poder tener datos objetivos.
La aplicación continua de agua destilada, según se ha descrito anteriormente, permitió una extracción efectiva de las sales de sodio, que disminuyeron lavado tras lavado. En el siguiente cuadro podemos ver los valores obtenidos en las diferentes fracciones, lavado tras lavado (Cuadro 1), y la representación del sodio acumulado en la gráfica expuesta:
Conclusiones del mito de las sales en fracciones de fibra de coco
Tras la primera inmersión, los lixiviados presentaban una gran cantidad de sodio extraído, siendo menor la cantidad conforme aumentaba el tamaño de la fracción. Tras cuatro inmersiones, se concluye que la fracción 0,5-2 mm presentó mayor concentración de sodio acumulado frente a las demás, que gradualmente disminuye cuanto mayor es el tamaño de la fracción, tal cómo se comprobó tras la primera inmersión.
Los resultados finales presentaban una cantidad mínima de sodio, considerándose similar en todas las fracciones y dando por finalizada la extracción del sodio acumulado en un inicio. La conclusión es que el lavado de las diferentes fracciones no ha resultado dificultoso, aunque inicialmente la fracción 0,5-2mm presentara mayor concentración.
Para concluir y desmitificar la teoría generalizada sobre la acumulación de sales en las fracciones gruesas de los sustratos de coco, se vio que tras el triturado de la fracción de 10mm y la inmersión y lixiviado, no se encontró una mayor acumulación de sodio en la fibra de coco.
Fuente: https://projar.es/
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