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Actualidad en la gestión integrada de plagas, GIP

Actualidad en la gestión integrada de plagas, GIP

El uso sostenible de los plaguicidas y la promoción de la Gestión Integrada de Plagas, GIP

 

La GIP trata de combinar todos los métodos al alcance para disminuir los daños producidos por las plagas y enfermedades con el menor impacto sobre el medioambiente

 

En la imagen superior tomates cultivados con tacos y bolsas de cultivo de sustrato de coco

INFORMACIÓN
Los cultivos de invernadero, así como el resto de los cultivos en general, están sujetos a fuertes requisitos del mercado con respecto a la calidad de los productos, pero también a un alto riesgo de plagas y enfermedades, lo que hace unos años derivó en un uso intensivo de fitosanitarios con una alta frecuencia de tratamientos.

La estrategia química por sí sola es ineficaz, y genera problemas sobre todo relacionados con fenómenos de resistencia. Para tratar de mejorar esta situación la Unión Europea estableció un marco de actuación comunitaria cuyo objetivo fue conseguir un uso sostenible de los plaguicidas promoviendo la Gestión Integrada de Plagas (GIP), la IPM (Integrated Pest Management).

La investigación coordinada de ERA-Net -The coordinated research ERA-Net in integrated pest management (IPM-C)- en el manejo integrado de plagas (el proyecto C-IPM) se llevó a cabo entre 2014 y 2017. Involucró a 21 países y 32 organizaciones.

En París se celebró un taller sobre investigación C-IPM. La GIP trata de combinar todos los métodos al alcance para disminuir los daños producidos por las plagas y enfermedades con el menor impacto sobre el medioambiente. Estas estrategias se basan en la prevención y en la implementación de sistemas de muestreo y pronóstico en los que se identifiquen las plagas y el estadio en el que se encuentran, así como sus tendencias de propagación en el invernadero para poder decidir qué tipo de actuación se debe llevar a cabo en caso de ser necesario.

La GIP recomienda el empleo de enemigos naturales de las plagas como principal herramienta de control, por lo que estas tareas de monitoreo deben hacerse extensivas a la fauna auxiliar con el fin de determinar si la contención de los daños producidos por las plagas es aceptable y adecuado.

Cajamar e IFAPA lanzaron la app PlantEn para la biodiversidad funcional en los cultivos. La aplicación te ofrece la posibilidad de marcar como favoritos tanto aquellas plantas o enemigos naturales que te hayan interesado, para poder acceder a ellos directamente

¿Cómo establecer umbrales de daño en los cultivos que nos permitan decidir si el control biológico ha sido efectivo o si es necesario emplear algún otro método?
Para implementar con éxito las estrategias de GIP; se requiere, manejar cuanta información sea posible para realizar una toma de decisiones adecuada, y poder gestionar el cultivo con el menor uso de productos fitosanitarios. Todo esto hace que las estrategias de GIP no sean simples de llevar a la práctica con garantía de éxito, ya que es muy complicado comprender las relaciones que se establecen a nivel de explotación entre el cultivo, sus plagas y los enemigos naturales de estas, etc. La vegetación autóctona y el control biológico permiten diseñar una horticultura intensiva sostenible, explica una ficga de transparencia de Cajamar.

Agricultura + innovación
En los últimos 3 años Cajamar Caja Rural ha participado en el proyecto Smart DSS for IPM in Protected Horticulture (SmartIPM) a través de sus estaciones experimentales de Almería y Valencia, formando parte de un consorcio con el INRA francés y el instituto Julius Kühn alemán.

En SmartIPM han diseñado herramientas para hacer el seguimiento preciso de la dinámica poblacional de todos los componentes del agroecosistema, y poder conocer fácilmente la evolución y comportamiento de las plagas en años previos que nos permitan evaluar los riesgos, facilitando en gran medida la toma de decisiones tanto a los productores como a los técnicos.

El proyecto SmartIPM se ha centrado en el desarrollo de una DSS que ayude a integrar todos los parámetros decisivos para poner en práctica una adecuada GIP en el cultivo del tomate. La participación de Cajamar en el proyecto consiste en el desarrollo de los módulos de seguimiento en campo y de los módulos de toma de decisiones. Para ello, a lo largo del proyecto se han proporcionado datos sobre la incidencia de plagas y enfermedades en distintas campañas, ciclos de cultivo y variedades de tomate distintas en invernaderos propios y comerciales. Esta información ha permitido alimentar la base de datos necesaria para el desarrollo de la DSS. De igual modo, se ha colaborado en el diseño metodologías de seguimiento rápido y eficiente en campo que den una idea general del estado fitosanitario del invernadero.

Informaciones relacionadas

El proyecto SmartIPMl ha finalizado y se han presentado sus trabajos en una a jornada sobre “Gestión integrada en tomate y sistemas de ayuda a la decisión”.

El proyecto SmartIPM
Este proyecto tiene el objetivo de desarrollar, optimizar y validar herramientas de toma de decisión (DSS) en un contexto real de sistema de cultivo en invernadero.

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MASSÓ Agro Department

 

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