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Proyecto pionero de energía agrovoltaica en Cataluña: Cultivos y placas solares, una combinación rentable

Proyecto pionero de energía agrovoltaica en Cataluña: Cultivos y placas solares, una combinación rentable

26.04.2024-I+D+i
El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) ha lanzado el primer proyecto piloto de energía agrovoltaica en frutales de Cataluña. Este proyecto, financiado con 813.389€ del Fondo Climático y con una duración de 5 años, busca mejorar la competitividad del sector agrícola y la adaptación al cambio climático.

En Cataluña, la competencia por el espacio es un desafío debido a la necesidad de producción de energía solar y al cultivo agrícola, uno de los motores económicos del país. Por ello, se ha puesto en marcha una instrucción técnica para hacer compatible la generación de energía agrovoltaica en terrenos agrícolas.

El proyecto piloto se lleva a cabo en una plantación de manzanas Gala y Golden en Mollerussa (Lleida), con 322 paneles fotovoltaicos instalados en una superficie de 2.880 m2, con una producción máxima de 165 kW. Esto permitirá que los cultivos reciban la luz solar necesaria para su crecimiento mientras las placas solares capturan energía para producir electricidad.

Según Luis Asin del IRTA, en climas como el de Cataluña, con alta radiación solar, esta combinación de cultivos y placas solares podría ser más favorable que en climas más fríos.

El proyecto se financia con el Fondo Climático, alimentado por el 50% de los ingresos del impuesto sobre las emisiones de CO2 de vehículos y el 20% de la recaudación del impuesto sobre instalaciones que inciden en el medio ambiente.

La nueva técnica de agrovoltaísmo puede mejorar la competitividad del sector agrícola al permitir dos actividades económicas en la misma superficie. La normativa establece que durante el proyecto agrovoltaico, se debe mantener la actividad agrícola y garantizar que el rendimiento de los cultivos sea al menos el 60% del rendimiento de referencia. No se permiten instalaciones que alteren la estructura natural del suelo ni el uso de soleras de hormigón, excepto en centros de transformación y vallas.

 

Fuente: https://www.irta.cat/es/

 

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