El control biológico primaveral: clave para proteger los cultivos contra plagas en el ciclo invernal siguiente
- Los enemigos naturales encuentran un hábitat propicio en los cultivos primaverales, demostrando una actividad vital durante todo el año
- La continuidad en esta estrategia es la clave para un control biológico efectivo
17.04.2024-INFOMERCIAL
El control biológico durante la primavera emerge como un aliado crucial en la defensa contra las plagas que amenazan los cultivos durante el próximo ciclo invernal. Contrariamente a la creencia popular, los enemigos naturales encuentran un hábitat propicio en los cultivos primaverales, demostrando una actividad vital durante todo el año. La liberación de fauna auxiliar dentro de los invernaderos, combinada con medidas como la manta térmica y otros dispositivos de control climático, asegura condiciones óptimas para el desarrollo y reproducción de estos insectos benéficos.
Es esencial mantener una constante suelta de fauna auxiliar a lo largo de todo el año, incluso durante la producción de cultivos estacionales como el melón y la sandía, para garantizar la efectividad del control biológico. Interrumpir este proceso durante la primavera expone al cultivo a un riesgo elevado de plagas, comprometiendo el éxito de la próxima campaña agrícola.
En el caso específico de los cultivos de melón y sandía, Koppert subraya la importancia de una planificación continua en la suelta de fauna auxiliar. La continuidad en esta estrategia es la clave para un control biológico efectivo, cuya principal meta es prevenir la aparición de plagas antes de que se conviertan en un problema significativo. La asesoría técnica especializada juega un papel fundamental en la implementación de estas prácticas preventivas.
Koppert ofrece una amplia gama de soluciones de control biológico diseñadas para combatir las plagas más comunes en los cultivos de primavera, como el pulgón, la araña roja, el trips, la oruga y la mosca blanca. Además de los enemigos naturales, se promueve el uso de microorganismos beneficiosos que contribuyen al equilibrio ecológico tanto en el suelo como en la parte aérea de la planta.
Tras los trasplantes primaverales, se recomienda aplicar el fungicida biológico TRIANUM® para fortalecer las raíces y prevenir situaciones de estrés, como los cambios bruscos de temperatura. Asimismo, Koppert ofrece soluciones basadas en nematodos entomopatógenos bajo la marca CAPSANEM® para el control biológico de orugas, destacando su eficacia y facilidad de aplicación mediante pulverización.
Fuente: https://www.koppert.es/ – El control biológico en primavera facilita la protección frente a plagas en el próximo ciclo de invierno
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