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Fusariosis en cultivos hortícolas

Fusariosis en cultivos hortícolas
Los cultivos hortícolas que se cultivan en el sureste español se pueden ver afectados a nivel vascular principalmente por diferentes formas de Fusarium oxysporum, produciendo las enfermedades conocidas como Fusariosis de la sandía,  melón,  tomate o del pepino.

 

Fig 4: Las hojas se secan y permanecen adheridas a la planta (Imagen de la Facultad de Agronomía. Departamento de protección vegetal) .

Otro hongo frecuente descrito como patógeno vascular de algunos de estos cultivos hortícolas es Verticillium dahliae, si bien éste no se presenta de forma común en nuestra zona principal de invernaderos, probablemente por no darse las condiciones climáticas más adecuadas para su desarrollo.

El género Fusarium incluye diferentes especies patógenas vegetales dentro de las que podríamos destacar la acción de Fusarium oxysporum en sus diferentes formas especializadas (f.sp.), es decir, formas, variedades de la especie, que están adaptadas en infectar cultivos vegetales específicos: melón, sandía, pepino…

Mª. Antonia Elorrieta, Departamento de Fitopatología del Laboratorio de COEXPHAL, explica, en el artículo “Hongos vasculares: Fusarium oxysporum” (M.A. ELORRIETA. 2013. Hongos vasculares: Fusarium oxysporum. Almería en Verde. Noviembre, nº 114. pg 22-24.), publicado en el número de noviembre 2013 de la revista Almería en Verde, del que esta nota es un extracto, que este hongo puede afectar a las plantas en los distintos estados de desarrollo, antes de emerger, como plántula en el semillero, o como planta adulta. Lo más frecuente es que la enfermedad avance progresivamente y se haga más patente en el momento de la fructificación, aunque las infecciones en los primeros estados de desarrollo de la planta ocasionan síntomas más severos y llegan a matar la planta antes del periodo de producción.

Las formas especializadas vasculares (F.o. melonis, F. o, niveum, F.o. lycopersici, F.o. cucumerinum) producen de forma genérica una infección vascular con obturación de los vasos que se manifiesta por amarilleo y marchitez de la planta, acompañada de necrosis vascular.

En el artículo se explican los síntomas que producen estos hongos en los principales cultivos en invernadero (melón, sandía, tomate, pepino, tomate, berenjena) y se explican las medidas de control.

La transmisión puede ocurrir por semilla, plantel afectado y restos vegetales presentes en el invernadero. En la campaña la propagación se produce fundamentalmente a través de la manipulación de las plantas, sobre todo en acciones de deshojado y poda.

Un buen control del hongo requiere aplicar diferentes medidas de prevención y erradicación, entre las que están el uso de semillas sanas, erradicación de focos, trabajar de zonas limpias a afectadas, eliminación de restos de plantas afectadas, limpieza de suelos afectados mediante una correcta solarización, con o sin fungicidas, uso de variedades resistentes y/o de portainjertos que lo sean.

Las imágenes muestran el marchitamiento de un cultivo de tomate, la obturación de vasos y la portada de la revista Almería Verde que publica el trabajo completo.

Fuente INFO Tomate, Pimiento y Berenjena 

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