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Cerezas chilenas, un modelo a seguir

Cerezas chilenas, un modelo a seguir
  • Una lección de vídeo de la Academia Macfrut sobre el estudio de caso de la cadena de suministro de cerezas chilenas. Tres factores de éxito: innovación varietal, sistemas de formación y tecnologías postcosecha. Auge de las exportaciones

 

18.03.2024-INFOMERCIAL
Chile es el principal actor del mercado mundial de la cereza. ¿Cuáles son las claves de su éxito? La innovación varietal, los sistemas de formación y las tecnologías postcosecha. El pasado jueves 14 de marzo se puso en marcha una nueva lección de vídeo de Macfrut Academy que presenta este estudio de caso global y que está disponible para su visualización a la carta en la plataforma. El primero de los dos episodios, titulado “La cereza chilena: una cadena de suministro de éxito”, se centraba en la fase de campo e incluía entrevistas con expertos y productores para ofrecer un análisis exhaustivo de la selección de variedades, las técnicas agronómicas, la clasificación y las estrategias comerciales.

Como explicó el periodista Maicol Mercuriali al principio de la lección de vídeo, la superficie de producción de cerezas en Chile ha pasado de 3.200 hectáreas en el año 2000 a 62.000 hectáreas en 2022, y de nuevo a 65.000 hectáreas en 2023. Este modelo está impulsado por las exportaciones, que representan casi el 90% de la producción: de hecho, las exportaciones pasaron de 103.000 toneladas en 2014-2015 a 415.000 toneladas en 2022-2023.

Se espera que los huertos de cerezos aumenten entre 2.000 y 2.500 hectáreas al año”, explica Carlos Tapia, fundador y director técnico de Avium, empresa especializada en investigación y desarrollo para la producción de cerezas. Aunque la última campaña fue difícil, las exportaciones ascendieron a unas 400.000 toneladas. Los tres puntos fuertes del modelo chileno son la selección de variedades, los sistemas de formación y las tecnologías postcosecha, con tres variedades de cereza -Lapins, Santina y Regina- que representan casi el 80% de la producción. En los últimos cuatro años, más del 50% de los huertos de cerezas se han plantado con la variedad Santina.

Gracias a las innovaciones tecnológicas, el rendimiento ha aumentado de 7 a 9,5 toneladas por hectárea”, afirma Carlos Tapia. Ha habido innovaciones significativas en dos áreas: portainjertos y sistemas de plantación: Colt es el más popular, seguido de Gisela 12 y MaxMa 14. ‘Estas innovaciones han permitido aumentar la densidad por hectárea a 1.200 árboles por hectárea, mientras que hace seis años era de 900 árboles por hectárea’.

La estrategia de Chile ha sido “invertir en nuevas variedades, centrándose en fruta de alta calidad que garantice también una alta productividad”, afirma Lorena Pinto, gerente de Cherry Ana Chile. Una de las variedades más populares es la serie Sweet, desarrollada en colaboración con la Universidad de Bolonia. Para sorpresa de los productores locales, Chile es el hábitat ideal para este cultivar. Andrea Ravaioli, director de la Oficina de Transferencia de Conocimientos de la Universidad de Bolonia, explica: Las cerezas Alma Mater Sweet son famosas en todo el mundo y han logrado una importante penetración en el mercado. Son un buen ejemplo de cómo la investigación puede tener un impacto real fuera de la universidad”. Lorena Pinto explica: Identificamos el potencial de las cerezas de la gama Sweet, teniendo en cuenta las diferencias climáticas. Hicimos pruebas con los productores y comprobamos que la fruta era más firme y tenía un nivel de grados Brix más alto que en España e Italia. Realizamos un análisis postcosecha de la fruta durante el transporte marítimo y los resultados fueron excelentes. Así que en 2019 lanzamos estas variedades al mercado. Actualmente tenemos huertos de cerezos plantados con la variedad Sweet Aryana, que consta de 2,4 millones de plantas en 2.200 hectáreas, así como Sweet Lorenz con 134.000 plantas y Sweet Gabriel con 68.000 plantas.

Las exportaciones desempeñan un papel central en la producción chilena, especialmente las destinadas al mercado chino. Juan Pablo Zoffoli, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile, afirma: “El mercado chino exige productos de alta calidad, pero está dispuesto a pagar mucho por la calidad. No en vano, distingue entre productos de distintas clases de calidad. La fruta debe ser homogénea cuando se abren las cajas, lo que se consigue en la fase de poscosecha controlando el sistema de envasado, las líneas de clasificación, la textura y el dulzor de la fruta, así como su acidez y calidad estética. De hecho, en Chile, la fruta se recolecta cuando está perfectamente madura para el consumo. Por lo tanto, en el momento de su recolección, se acerca al final de su vida útil. Por eso es importante utilizar diversas tecnologías para prolongar la vida útil deseada, especialmente durante el transporte”.

Stefano Lugli, representante del Área de Viveros de Macfrut 2024, proporcionó asesoramiento técnico para el episodio. La próxima lección en vídeo seguirá centrándose en las cerezas chilenas, en particular en su recorrido postcosecha.

Vea la lección en vídeo AQUÍ.

Imagen principal: Juan Pablo Zoffoli, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

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