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Inductores de resistencia a Botrytis cinerea en frutos de fresa poscosecha

Inductores de resistencia a Botrytis cinerea en frutos de fresa poscosecha

La fresa es un cultivo de alto valor económico, el cual es altamente susceptible al ataque del hongo patógeno Botrytis cinerea en poscosecha, para su control, uno de los métodos utilizados ampliamente son los plaguicidas, no obstante, la exposición a éstos sigue siendo un importante problema de salud y ambiental

 

Por Ortega Martínez, L. D. et al. Revista de Biociencias

En este sentido, surge la necesidad de buscar alternativas para el manejo sustentable. El objetivo del presente trabajo fue evaluar el efecto de los ácidos salicílico y ascórbico como inductores de resistencia a Botrytis cinerea en frutos de fresa poscosecha. Se utilizaron plantas de fresas (Fragaria x ananassa Duch cv. Camarosa), fueron asperjadas dos veces por semana con soluciones de ácido salicílico, ascórbico y agua como control. Los resultados mostraron diferencias significativas destacando el ácido salicílico a una concentración de 1.5 µM, con un daño menor al 1 % en los frutos, a pesar de no inhibir la aparición del hongo, retardo su aparición, además aumentó el rendimiento por lo que este puede representar una alternativa al uso de plaguicidas.

La fresa (Fragaria sp.) es un fruto no climatérico, altamente perecedero, susceptible a daños mecánicos, pérdidas de agua, deterioro fisiológico y microbiológico ocasionando la disminución en rendimiento y calidad comercial (Ruiz y Piedrahíta, 2012). El daño por microorganismos genera pérdida de firmeza, color y sabor ocasionado por la pudrición del fruto y consecuente pérdida de su valor económico pues conducen a una disminución en la vida útil (Thompson, 2003).

A pesar de los avances y el desarrollo de la tecnología, se siguen presentando grandes pérdidas en poscosecha, siendo difícil su cuantificación; se calcula que pueden alcanzar, dependiendo del país, hasta un 50 % de la producción, en el que los daños causados por microorganismos son de los más importantes, entre los que destacan los hongos fitopatógenos principalmente Botrytis cinerea (Batta et al., 2004; SAGARPA, 2008), el cual es capaz de afectar el 95 % de los frutos después de 48 horas de cosechados (Chaves y Wang, 2004), por lo que es considerado como la enfermedad más importante de la fresa (Averre et al., 2003). En el control de los patógenos, uno de los métodos utilizados ampliamente en todo el mundo son los plaguicidas (Muiño et al., 2007), como bencimidazoles, dicarboximidas, anilinopirimidinas y carboxamidas (Russel, 2004), Pyraclostrobin + Epoxiconazole (Ayala et al., 2014); sin embargo, la exposición a éstos sigue siendo un importante problema ambiental y de salud, ya que ocasionan efectos colaterales, debido a su baja especificidad (EEA, 2013).

De la misma forma, se emplean estrategias de combate como el uso de la refrigeración, modificación de atmósferas y radiación ultravioleta de onda corta, aunque en menor frecuencia debido a su alto costo económico (Guédez et al., 2009; Beltrán et al., 2010; Plascencia, 2011). Así mismo, las aplicaciones de recubrimientos comestibles han demostrado ser una herramienta prometedora para mejorar la calidad y ampliar el almacenamiento y la vida útil (Vargas et al., 2006; Restrepo et al., 2010). Por otra parte, se ha empleado el control biológico con microorganismos, organismos, y extractos botánicos (Fan et al., 2009; Zong et al., 2010; Mekbib et al., 2011; Quezada, 2012); no obstante, en general, la utilización de agentes de control biológico en la agricultura carece de una respuesta clara, lo que se traduce en una incredibilidad de los agricultores (Milagrosa et al., 2010).

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