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La publicación “gestión integrada de plagas en patata”, con un conjunto completo de fichas con los problemas sanitarios del cultivo

La publicación “gestión integrada de plagas en patata”, con un conjunto completo de fichas con los problemas sanitarios del cultivo

Un conjunto completo de fichas con los problemas sanitarios del cultivo

La “Guía de gestión integrada de plagas, GIP, para el cultivo de patata”, forma parte de una serie de guías sobre el mismo tema, para diferentes cultivos. Editada en 2015 por el MAGRAMA, la referida a patata, explica, después de una introducción y la consideración de los aspectos generales, los principios para la aplicación de la gestión integrada de plagas, medidas específicas para zonas de protección, listado de plagas, y un cuadro de estrategia de gestión integrada de plagas.

Esta guía contiene tres anexos, (I) Metodología empleada para la definición de las Zonas de Protección, (II) Especies empleadas para la definición de las Zonas de Protección, y (III) Fichas de plagas.

La publicación tiene un total de 135 páginas. El trabajo está coordinado por Ángel Martín Gil, SG Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, Magrama, y Fernando Alonso Arce, Dirección General de Producción Agropecuaria y Desarrollo Rural, Junta de Castilla y León.

Esta publicación sobre la “gestión integrada de plagas en patata”, tiene un conjunto completo de fichas con  los problemas sanitarios del cultivo.

Se reproduce a continuación el apartado referido a los aspectos generales de la GIP, un total de 15. El documento completo está accesible al final de este texto.

Aspectos generales de la Gestión Integrada de Plagas

Para la aplicación de la Gestión Integrada de Plagas, Enfermedades y Malas Hierbas, deberán tenerse en cuenta las siguientes consideraciones  generales:

1 – En el control de plagas, enfermedades y malas hierbas se antepondrán, siempre que sea posible, los métodos biológicos, biotecnológicos, culturales y físicos a los métodos químicos. Estos métodos se utilizarán en el marco de estrategias que incluyan todos los aspectos de la explotación y del sistema de cultivo que favorezcan su control.

2 – La evaluación del riesgo de cada plaga, enfermedad o mala hierba podrá realizarse mediante evaluaciones de los niveles poblacionales, su estado de desarrollo y presencia de fauna útil, fenología del cultivo, condiciones climáticas u otros parámetros de interés, llevadas a cabo en las parcelas sobre las que se ha de decidir una actuación. En el caso de cultivos que se realicen de forma similar en diversas parcelas, se podrá establecer que la estimación del riesgo se realice en unidades territoriales homogéneas  mayores.

3 – La aplicación de medidas directas de control de plagas y malas hierbas sólo se efectuará cuando los niveles poblacionales superen los umbrales de intervención, en el caso de que estos se encuentren fijados. Salvo en los casos de intervenciones preventivas, las cuales deberán ser justificadas en cualquier caso.

4 – En caso de resultar necesaria una intervención con productos químicos, las materias activas a utilizar se seleccionarán siguiendo el criterio de elegir aquellas que proporcionen un control efectivo y sean lo más compatibles posible con organismos no objeto de control, evitando perjudicar a controladores naturales de plagas y a insectos beneficiosos como las abejas. Deberán presentar el menor peligro posible para humanos, ganado y generar el menor impacto para el medio ambiente en general.

Además se tomarán las medidas oportunas para afectar lo menos posible a la biodiversidad, protegiendo la flora y la fauna en las inmediaciones de las parcelas. Las aplicaciones se realizarán con el equipo necesario y las condiciones climáticas adecuadas y evitando días lluviosos para minimizar riesgo de derivas de los productos fuera de las zonas a tratar.

 

Vista del cuadro incluído en la publicación que indica, para cada plaga, el seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo, medidas de prevención y/p culturales, el umbrall/ momento de intervención, las medidas alternativas al control químico y los medios químicos

 

En todo caso, sólo podrán utilizarse en cada momento productos autorizados para el uso pretendido inscritos en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente , y aprobados expresamente para el cultivo en que se apliquen.

5 – La aplicación de productos químicos se efectuará de acuerdo con sistemas de predicción y evaluación de riesgos, mediante las dosis, número y momento de la aplicación autorizados, tal y como se refleja en las etiquetas, siguiendo las recomendaciones e instrucciones dictadas por el asesor.

6 – Se conservará un listado actualizado de todas las materias activas que son utilizadas para cada cultivo y en cada parcela y/o recinto SIGPAC. Este listado deberá tener en cuenta cualquier cambio en la legislación sobre fitosanitarios.

7 – La presencia de residuos deberá minimizarse mediante cumplimiento estricto de los plazos de seguridad, para los que se encuentra autorizado el producto.

Imágenes  de  diferentes  aspectos  de  Pie negro (Pectobacterium spp. y Dickeya spp.), del  Anexo III

8 – Con objeto de disminuir el riesgo de la contaminación proveniente de los restos de fitosanitarios que quedan en los envases de productos líquidos, se efectuará un triple enjuagado de los mismos después de su empleo. El agua de enjuagado se añadirá al tanque de aplicación.

9 – En el caso de que quede líquido en el tanque por un exceso de mezcla, o si hay tanques de lavado, éstos deben aplicarse sobre el mismo cultivo, siempre que no supere la cantidad de materia activa por hectárea permitida en la autorización del producto. No obstante, cuando estén disponibles, se dará preferencia a la eliminación de estos restos mediante instalaciones o dispositivos preparados para eliminar o degradar residuos de productos fitosanitarios, según lo dispuesto en el artículo 39 del Real Decreto 1311/2012. En el caso de no poder cumplir estas exigencias, se deberán gestionar por un gestor de residuos debidamente  autorizado.

10 – Los fitosanitarios caducados solamente pueden gestionarse mediante un gestor de residuos autorizado. Los envases vacíos deben entregarse a los puntos de recogida del sistema colectivo que los ampara o al punto de venta, previamente enjuagados tres veces cuando se trate de productos líquidos.

11 – La maquinaria utilizada en los tratamientos fitosanitarios se someterá a revisión y calibrado periódico todos los años por el titular, así como a las revisiones oficiales establecidas en las disposiciones vigentes en la materia.

12 – Los volúmenes máximos de caldo y caudal de aire en los tratamientos fitosanitarios se ajustarán a los parámetros precisos, teniendo en cuenta el estado fenológico del cultivo para obtener la máxima eficacia con la menor dosis.

13 – Con objeto de reducir la contaminación de los cursos de agua se recomienda establecer y mantener márgenes con cubierta vegetal a los largo de los curso de agua/canales.

14 – Con objeto de favorecer la biodiversidad de los ecosistemas agrícolas (reservorios de fauna auxiliar) se recomienda establecer áreas no cultivadas en las proximidades a las parcelas de cultivo.

15 – Prácticas prohibidas:- Utilización de calendarios de tratamientos, al margen de las intervenciones preventivas debidamente justificadas.- Abandonar el control fitosanitario antes de la finalización del ciclo vegetativo del cultivo.- El vertido, en el agua y en zonas muy próximas a ella, de líquidos procedentes de la limpieza de la maquinaria de tratamiento.- Aplicar productos fitosanitarios en condiciones meteorológicas desfavorables.

 

Recolección

El Anexo III, un tratado de sanidad.

Las “fichas de plagas” constituyen un veradero tratado de entomología y fitopatología. Para cada afección se realiza la descripción, se indican síntomas y daños, el período crítico para el cultivo, el seguimiento y estimación de riesgo para el cultivo, las medidas de prevención y /o culturales, el umbral / momento de intervención, las medidas alternativas al control químico, y los medios químicos, así como Bibliografía.

 

Informaciones relacionadas. Publicación completa de la Guía de la gestión integrada de plagas: la Patata; 2015, 135 páginas

El Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de España

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