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Mejoran la producción de alcachofa mediante la biosolarización

Mejoran la producción de alcachofa mediante la biosolarización

La hortofrutícola «Olé» desarrolla la técnica de la biosolarización, un método de desinfección del suelo de forma biológica

Imagen de la SAT OLÉ

APUNTES
La empresa «Olé», ubicada en la pedanía de San Bartolomé, Orihuela, ha conseguido aumentar el índice de vegetación de las plantas y la producción comercial de la alcachofa en más de un 150% en la superficie donde ha aplicado la biosolarización, un método sostenible que combina la biofumigación y la solarización para prevenir la aparición de patógenos del suelo que producen enfermedades en el cultivo de la alcachofa.

Mejoran la producción de alcachofa mediante la biosolarizaciónAsí lo ha señalado el director técnico de Olé!, Bartolomé Ramírez, durante las séptimas Jornadas Técnicas sobre el Cultivo de la Alcachofa que se han celebrado en la Estación Experimental Agraria (EEA) de Elche.

Más de medio centenar de personas, entre agricultores, técnicos y profesionales del sector, han asistido a este encuentro que ha inaugurado la directora general de Política Agraria Común (PAC) de la Generalitat Valenciana, Maite Cháfer, quien ha resaltado la afluencia a esta jornada demostrando el interés del encuentro y la importancia que tiene el cultivo en la zona.

En la exposición de la experiencia desarrollada por Olé! como ejemplo de agricultura sostenible, Bartolomé Ramírez ha señalado que la biosolarización es la aplicación en campo de un estudio científico de ámbito nacional y de proyectos regionales que se han desarrollado por el IMIDA (Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario).

El director técnico de Olé!, principales exportadores de alcachofa de España, ha precisado que “este método lo han optimizado y puesto a punto en sus terrenos desde el año 2014 a 2017” y ha añadido “que cada campaña se actúa entre 20 y 40 hectáreas de alcachofa para desinfectar el suelo de forma biológica y, de esta forma, recuperar los suelos del cansancio y la fatiga”. 

El método de la biosolarización consiste en la unión de la biofumigación (que es la aplicación de estiércol fresco al suelo para combatir los patógenos con los gases que emite esa descomposición) y la solarización (que se basa en poner un plástico que produce un efecto de calentamiento para hacer frente a los patógenos a través de la temperatura). 

Olé! aplica este tratamiento en sus terrenos en los meses de calor (desde junio hasta mediados de julio) para que al colocar los plásticos se alcancen temperaturas superiores a 42 grados y conseguir bajar el nivel de inóculo de los patógenos.   

Este tratamiento dura alrededor de seis semanas y, una vez alcanzado este tiempo, se retiran los plásticos y se procede a la plantación de las alcachofas en el terreno donde se ha actuado. 

Bartolomé Ramírez se ha mostrado satisfecho con los resultados obtenidos porque “la biosolarización se presenta como una forma eficaz de control de las enfermedades edáficas y de remediación de la fatiga del suelo en los cultivos al aire libre”.

Además, continúa Ramírez, “se logran mayores índices de vegetación (entre 126% y 181%) y de producción (entre el 120 % y el 169%) en relación a la cosecha del testigo no desinfectado”.

Una gestión más sostenible

Por otra parte, Juan Antonio Lezáun, Técnico de Experimentación en Protección de Cultivos del INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias) y coordinador de la guía de Gestión Integrada de Plagas (GIP) ha dado a conocer alguno de los detalles de esta publicación dedicada a la alcachofa que editará el Ministerio de Agricultura.

En este sentido, Lezáun ha afirmado que la tendencia es llevar a cabo una gestión más sostenible, tomar medidas preventivas (rotación de cultivos, material vegetal sano, suelos no contaminados…) e implementar estas barreras antes de recurrir a los productos fitosanitarios.

Entre las plagas más comunes que recoge la guía aparecen los gusanos de suelo (gusanos de alambre, grises y blancos), las plagas aéreas (pulgones y trips) junto a taladros y otras orugas. 

En el caso de las enfermedades, las más frecuentes son la oidiopsis, rhizoctonia, verticilosis, ascochyta y la alternaria, entre otras.

Por lo que respecta a las malas hierbas, Juan Antonio Lezáun asegura que “la guía incluye una breve ficha sobre el manejo de las malas hierbas utilizando medidas preventivas, técnicas alternativas a los herbicidas y medios químicos. En la ficha, se incluyen fotos de 20 especies frecuentes en los campos de alcachofa”.

A lo largo de la jornada técnica también se ha visitado el campo de ensayos de la Estación Experimental Agraria y se han dado a conocer los resultados obtenidos en la pasada campaña mientras que Carlos Baixauli, del Centro de Experiencias de Cajamar, ha abordado las estrategias para favorecer el arraigue en plantaciones de alcachofa.

El encuentro ha terminado con una mesa redonda sobre el manejo sostenible del cultivo de la alcachofa donde han intervenido los ponentes junto a los presidentes de las asociaciones Alcachofa de España y Alcachofa Vega Baja, Antonio Galindo y Diego Martínez, respectivamente. 

Las jornadas técnicas sobre el cultivo de la alcachofa las ha organizado la Estación Experimental Agraria de Elche, dependiente de la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana, con la colaboración de Cajamar, SAT Olé!, Semillas Ramiro Arnedo, INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias), Asociación Alcachofa de España y Asociación Alcachofa de la Vega Baja.

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