El sistema agroalimentario español medido a través de la huella de carbono
La huella de carbono de la alimentación en España se ha multiplicado por 4 en términos totales y por 2,5 en términos per cápita entre 1960 y 2010
01.12.2020 – APUNTES
La huella de carbono es un indicador ambiental que expresa la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto, como así también el carbono capturado en la elaboración de un producto o servicio. Siguiendo esta línea los profesores e investigadores Alberto Sanz Cobeña y Eduardo Aguilera de la Universidad Politécnica de Madrid, en un extenso proyecto han logrado determinar la huella total de carbono emitida por la “alimentación” en España.
En su estudio han empleado la metodología del Análisis del Ciclo de Vida, una herramienta metodológica que permite calcular el impacto ambiental de cualquier tipo de actividad humana, y sus resultados revelaron que la huella total de carbono de la alimentación en España, desde la producción de insumos agrícolas y abarcando la producción, distribución y consumo hasta la gestión de residuos, se ha multiplicado por 4 en términos totales y por 2,5 en términos per cápita entre 1960 y 2010, pasando de 1,5 a 3,6 toneladas CO2e per cápita al año.
En un momento como el actual, donde se están promoviendo políticas internacionales para generalizar sistemas agroalimentarios más sostenibles y saludables, como el pacto verde europeo o la economía circular neerlandesa, estas conclusiones obtenidas permiten continuar por la línea sustentable adquiriendo una particular relevancia.
¿Dónde se producen las mayores emisiones?
Actualmente, la mayor cantidad de emisiones se concentran en las tareas relacionadas a la tracción mecánica, la energía y el metano de los embalses del riego, la producción de fertilizantes y el óxido nitroso liberado en suelos agrícolas fertilizados. Pero, es importante aclarar que, por otra parte, al aumentar la producción agrícola a partir de los años 90 y secuestrar carbono del ambiente, ha generado una reducción de la huella de carbono por unidad de producto.
Tras el análisis de los resultados, los investigadores concluyen que: “existe un gran potencial de mitigación en el sistema agroalimentario español mediante cambios en el manejo de los agroecosistemas y en el resto de los eslabones de la cadena, incluyendo la reducción en el desperdicio de alimentos y cambios en los hábitos de consumo hacia patrones más sostenibles y saludables.”
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