Jabón potásico, aliado natural contra plagas-Tecnología Hortícola

por Sembrar100.com

INFORMACIÓN

¿Qué es el jabón potásico?

El jabón potásico es un potente insecticida de origen natural que se ha usado desde la antigüedad para combatir plagas muy molestas.

Es un poderoso plaguicida y acaricida ecológico y viene en muchas presentaciones, desde las más artesanales hasta muchas comerciales envasadas, listas para aplicar.

Se elabora, al igual que muchos jabones, con grasas naturales vegetales y se añade ceniza con agua. Tiene la cualidad especial de que es mucho menos agresivo que los jabones preparados con detergentes, con ingredientes de origen químico.

Por lo tanto, no contamina, no registra toxicidad alguna ni para los seres humanos, ni para animales.
Combate eficazmente las plagas y su aplicación en agricultura es altamente recomendable, porque no entra en la planta, no es sistémico, se degrada rápidamente. De allí que no existe problema alguno en recoger los frutos inmediatamente después de su pulverización en los sembradíos.

Y en jardinería su uso no tiene restricciones de ningún tipo, a diferencia de otros fitosanitarios que suelen ser más agresivos. Por eso es muy usado con éxito en la eliminación de plagas molestas como la cochinilla, mosca blanca, pulgón, ácaros y trips.

¿Qué contiene el jabón potásico?

El jabón potásico contiene tres ingredientes principales activos: agua, lípidos como el aceite de oliva, de girasol, o también de canola y hasta de maíz, así como hidróxido de potasio, conocido igualmente como potasa cáustica o KOH.

Prepararlo de manera artesanal es sencillo y perfecto para el medioambiente porque está libre de todo químico.
Se obtiene gracias a un proceso de saponificación que se produce luego de que la potasa o hidróxido de potasio reacciona con el agua y el aceite.

Al mezclar la potasa con el agua y remover, se produce una reacción donde se incrementa la temperatura

¿Cómo usar el jabón potásico como insecticida?

Es super sencillo su utilización en huertos, jardines o plantas sembradas en macetas ubicadas al aire libre, siempre que se detecte alguna plaga o enfermedad en la planta afectada.

El jabón potásico se debe aplicar generosamente sobre la planta, con pulverizaciones. Una dosis generalmente usada tiene entre 1 a 2% de jabón potásico en agua. Debe ponerse énfasis en el riego sobre las partes más afectadas de la planta.

Una recomendación de los expertos a tomar muy en cuenta es que la fumigación con jabón potásico no debe hacerse a pleno sol, porque se pueden quemar las hojas. Hay que esperar a que la insolación disminuya para exterminar a los bichos que han invadido el jardín.

El tratamiento debe durar al menos unos 15 días continuos, durante 3 a 4 meses cuando el ataque de plagas ha sido intenso. Estas mueren, al igual que los parásitos, cuando entran en contacto con el jabón potásico.

¿Qué plagas se pueden tratar con jabón potásico?

El jabón potásico funciona muy bien para repeler la acción destructora de los siguientes bichos indeseables:

Cochinilla algodonosa
Araña roja
Ácaros
Pulgón verde y negro
Mosca blanca
Trips o arañuelos, piojillos
Hongo negrilla, capaz de ennegrecer las hojas que ataca para expandirse totalmente eliminando la melaza protectora de las mismas
Hongo oídio, capaz de arruinar igualmente el follaje de la planta enferma.

¿Cómo diluir jabón potásico con agua?

La dosis a aplicar puede variar dependiendo de la concentración del producto, pero lo prudente es una concentración de entre 1 al 2% de dilución en agua, lo cual garantiza su efectividad.

Esta dosis equivale a 10 a 20 mililitros de jabón potásico por cada litro de caldo. En caso de uso de una mochila, esto viene a ser alrededor de 320 mililitros.

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¿Cómo se debe aplicar el jabón potásico?

Lo primero a tomar en cuenta es que debe ser aplicado muy temprano en la mañana, a la salida del sol o a la puesta del mismo, en ausencia de vientos que lo dispersen y lluvias que producen el mismo efecto degradador.
Si por ejemplo tu planta ha sido víctima de un ataque inmisericorde de pulgones, es preciso entonces aplicar foliarmente durante tres días seguidos, entonces debe repetirse nuevamente el proceso con énfasis en los brotes jóvenes y en el envés de las hojas, lugar de invasión predilecta de este molesto insecto.

Por eso conviene mucho usar un pulverizador para fitosanitarios, porque garantiza que el jabón potásico cubra totalmente la planta.

En el caso de las cochinillas, sucede que debe ponerse el acento de la fumigación en la corteza y en la base de las ramas. Repetir a los dos días el mismo procedimiento invasivo con jabón potásico hará efecto.
No hay que preocuparse por efectos indeseados de la aplicación sobre el cepellón de raíces ni en árboles.
Los expertos recomiendan que se deje una semana de descanso tras su aplicación, para después retomar la fumigación.

¿Qué ventajas tiene el uso de jabón potásico?

Entre las ventajas más resaltantes tenemos:

No daña al medio ambiente ni tiene efectos sobre la salud de las personas y animales, porque se trata de un producto ecológico que controla la proliferación de plagas.
Puede usarse conjuntamente con el aceite de Neem y otros fitosanitarios.
No hace falta lavar ninguna superficie de la planta después de su utilización. Es 100% biodegradable e inocuo.
Es de fácil preparación artesanal en casa y se consigue en prácticamente todas las ventas comerciales de productos para jardinería, en automercados y en páginas on line, a precios módicos.
Al degradarse, el jabón potásico funciona como abono y no causa daño alguno en los tejidos de los vegetales ni en la savia.
Actúa por contacto, porque reblandece la cutícula protectora de los parásitos, que emplean para respirar. De esta forma se asfixian, pero lo mejor es que no hay efecto alguno sobre otros insectos benéficos, como las abejas o sus propios depredadores naturales, útiles para ejercer control sobre estas plagas.
Es sencillamente genial lavar las hojas infestadas con la melaza que esparcen algunas plagas y que puede causar un hongo tan desagradable como la negrilla o fumagina. Por tanto, es también un poderoso desinfectante que también limpia las hojas.
Pueden guardarse sin ningún problema, ya que no es volátil ni tóxico.
No es de uso humano, pero tampoco daña o intoxica mientras se aplica a las plantas enfermas.
Y lo mejor es que al descomponerse el jabón potásico se convierte en un abono efectivo gratuito. Se elimina solo.

Su aplicación en plantas frutales es excepcional, porque las cosechas no son afectadas, al igual que con plantas ornamentales, incluso las cultivadas en sistema de invernaderos.

Hay muchas presentaciones o marcas en el mercado mundial de fácil acceso, a precios razonables. Todas tienen una función protectora a posteriori contra las plagas más comunes que atacan a las plantas: pulgones, trips, cochinilla, araña roja, ácaros y otros insectos molestos.

¿Cómo podemos prepararlo paso a paso?

En forma casera o artesanal el jabón potásico se prepara paso a paso de la siguiente manera:

Lo primero será reunir todos los materiales e ingredientes necesarios para aplicar esta receta ecológica que devolverá la salud perdida a nuestras plantas infectadas con plagas.

Materiales necesarios para preparar jabón potásico:

Guantes.
Lentes de seguridad.
Una balanza de cocina.
Una batidora eléctrica o manual.
Envases plásticos con dispositivo pulverizador, de vidrio o de acero inoxidable.

Es muy importante tomar previsiones al momento de producirse la reacción química entre el agua y la potasa, porque puede ocasionar daños en la piel solamente al momento de la mezcla, despues no causa ningún problema.

Ingredientes

120 gramos de aceite de canola, girasol, maíz o de oliva.
20 gramos de hidróxido de potasio.
20 gramos de agua.

La preparación paso a paso

Protege tus ojos con los lentes de seguridad y cubre tus manos con los guantes. El agua y el hidróxido de potasio deben ser mezclados con ayuda de un batidor. A medida que avanza la consolidación de los dos ingredientes, va aumentando la temperatura. Esto es una reacción normal. Evita que salpique. En un envase de acero inoxidable o plástico, debes colocar el tipo de aceite vegetal seleccionado. Hay que calentarlo en una olla a “baño de maría”.

Después se deja enfriar a temperatura ambiente el aceite. Igual ocurre con el agua mezclada con la potasa.
Cuando ambos ingredientes ya estén fríos, entonces procede la mezcla final en uno de los recipientes. Al completarse la operación la mezcla se pone bastante oscura. En este momento debe usarse un batidor de mano eléctrico para consolidar la unión de los ingredientes y potenciar nuestro insecticida.

Debe dejarse reposar la mezcla otros 10 minutos, para entonces volver a usar la batidora a máxima potencia por unos 3 minutos adicionales. Con esto se obtiene una textura idónea, sin grumos y de esta forma será más fácil diluir la mezcla en agua al momento de hacer riegos de jabón potásico sobre las plantas enfermas.

Finalmente, el producto se guarda en envases plásticos o de vidrio. Son mejores los que tienen pulverizador.