La baya nativa de Chile calafate recuperada por el INIA
Desayunos saludables ‘very berry good’ de la chef Carola Correa
El calafate (Berberis microphylla G. Forst) es un arbusto perenne nativo de Chile que se distribuye desde Curicó a Tierra del Fuego. Sin embargo, su mayor expresión en términos de diversidad genética y calidad de fruta se concentra entre las regiones de Aysén y Magallanes.
Actualmente, la oferta de calafate no alcanza a satisfacer la demanda en términos de volumen y homogeneidad de este fruto silvestre, porque su colecta proviene de una actividad de tipo familiar, no existiendo protocolos de extracción ni programas de manejo en su hábitat natural, que impidan su sobre-explotación.
Frente a esta situación, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) se encuentra ejecutando un proyecto de recuperación y explotación del calafate en la Región de Magallanes, con el propósito de establecer un programa de manejo y protección in situ que considera sistemas de poda, fertilización, manejo fitosanitario y el establecimiento de áreas de exclusión. Además, busca domesticar a esta especie, a través de la propagación de materiales elites (plantas sanas con alto contenido de antoxidantes y buen calibre de fruto); el establecimiento de plantaciones pilotos y definiendo las bases de un programa de selección y mejoramiento genético en especies del género Berberis. Así, hoy el INIA cuenta con plantas de alta calidad, in vitro y con selecciones promisorias para la industria.
Propiedades nutracéuticas
El calafate tiene un alto potencial en el campo médico, ya que se ha comprobado que su actividad antioxidante y polifenoles totales son muy superiores a los del arándano y similar al maqui (Aristotelia chilensis), con valores ORAC (Oxygen Radical Absorvance Capacity) entre 52.734 – 105.384 µmol ET/100g de peso fresco.
Estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile han mostrado su acción positiva en la diabetes por ejemplo (a nivel de laboratorio).
Por otra parte, las selecciones de calafate del INIA han mostrado un gran potencial en el mercado de los colorantes naturales, por su alto contenido de antocianinas (colores rojos, púrpuras y azules); mercado creciente que busca reemplazar los colorantes sintéticos, por lo que el calafate sería una buena opción en la medida que se extienda como cultivo comercial para reemplazar otras materias primas.
*Imagen Cabecera del portal Noticias de Conservación Patagónica
*Imagen del portal GOEK Natural Foods from South of Chile
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