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Manejo del riego en el cultivo de arándano

Manejo del riego en el cultivo de arándano

El arándano necesita suelos con baja resistencia mecánica, alta macroprosidad y un pH levemente ácido, en el rango de 5,0 a 6,0

 

Por Raúl Ferreyra Espada

 

19.11.2021 – PUBLICACIONES
El siguiente capítulo del libro “Cultivo, poscosecha, procesado y comercio de berries” ha sido redactado por el asesor y especialista en manejo de riego en frutales Raúl Ferreyra Espada. En él, se detallan las características fisiológicas, necesidades edáficas, relación oxígeno-agua en el suelo y el manejo del riego para la producción de arándano.

En el mundo de las berries, el cultivo de arándano es uno de los que dominan la tabla, después de la fresa. Su producción requiere de ciertos cuidados y entre ellos, el riego es un factor muy importante a tener en cuenta debido a que el cultivo prefiere suelos livianos y con buen drenaje, lo cual obliga a utilizar el riego de una manera controlada.

En simples palabras, para lograr un buen de desarrollo de las raíces, el arándano necesita suelos con baja resistencia mecánica, alta macroprosidad y un pH levemente ácido, en el rango de 5,0 a 6,0.

Los factores antes mencionados están estrechamente ligados y muchas veces determinados por las propiedades físicas de los suelos. Dentro de estas propiedades se pueden mencionar la textura del suelo, la estructura, distribución y tamaño de poros y los fenómenos de resistencia mecánica del suelo.

Manejo del riego

Las raíces para crecer necesitan de agua y de aire. Sin embargo, en la medida que aumenta el contenido de agua disminuye la disponibilidad de oxígeno en el suelo.

Por lo tanto, para optimizar la relación agua – aire en el suelo, es necesario preocuparse de los siguientes factores:

  • Sectorización de los equipos de riego: muy importante particularmente en suelos de textura fina (franco arcilloso a arcillosos) donde hay que ser muy preciso con el manejo del riego para mantener el suelo en buenas condiciones de humedad y aireación.
  • Mejorar la uniformidad de descarga de los emisores: el objetivo es que todas las plantas reciban la misma cantidad de agua y fertilizantes.
  • Selección del método de riego (Volumen de suelo mojado): los métodos de riego por microaspersión y goteo son los que mejor se adaptan a las plantaciones de arándano. El riego por aspersión también ha sido considerado, pero no se recomienda su utilización por sobre la canopia, excepto para control de heladas, ya que al mojar el follaje puede aumentar la incidencia de enfermedades.
  • Programación y control del manejo del riego: con el objetivo de aplicar la cantidad de agua necesaria en el momento que el cultivo la necesita, es importante tener presente los periodos críticos del cultivo, que están relacionados principalmente con los periodos de división y elongación celular crecimiento de raíces y acumulación de reservas.

Para leer el artículo completo, ACCEDE AQUÍ al libro “Cultivo, poscosecha, procesado y comercio de berries”.

 

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