Luz verde para el primer equipo de siembra directa en calabaza
Experimentos logran casi el doble de rendimiento en el cultivo de calabaza, menos tareas de laboreo, ahorro de combustible y agua de riego
APUNTES – 14.06.2020
Un equipo de investigadores argentinos del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) diseñó un prototipo para la siembra directa de cucurbitáceas. Esta sembradora con el nombre de Minga Special-02 se suma al modelo conservacionista instalado en este país desde hace varios años en cultivos extensivos como soja y maíz, pero que, a nivel hortícola continuaba siendo una materia pendiente ya que la producción se realiza bajo un sistema convencional en su mayoría.
En la Argentina, la producción de calabazas (ver vídeo de Sakata) y otras cucurbitáceas ocupan aproximadamente 45.000 hectáreas. Una de las zonas hortícolas más importantes del país, es el valle bonaerense del Río Colorado. Allí, en casi 20.000 hectáreas se produce ajo, calabaza y se concentra gran parte de la producción de cebolla, que abastece el 80 % del consumo nacional y las exportaciones de este rubro.
Concepto de labranza cero
Como lo dice la palabra, labranza cero o siembra directa es un sistema de manejo en el que no se rotura el suelo, y si bien permite el ahorro de tiempo, dinero y trabajo entre otros beneficios, también demanda ineludiblemente más conocimiento, planificación y criterio al momento de tomar decisiones.
Esto se debe a que, al momento de planificar el uso de esta tecnología, debemos pensar inicialmente en una adecuada rotación de cultivos con la inclusión de cultivos de cobertura que tantos beneficios aportan, los cuales debemos cuidar y mantener ya que serán nuestra principal herramienta a la hora de luchar contra las malas hierbas, además de conservar la humedad y microflora del suelo, manteniendo o aportando nutrientes en el caso de las leguminosas, un complejo de nutrientes que en los sistemas convencionales solo se incorporan mediante fertilización.
Características del prototipo
Técnicamente, Minga Special-02 es una sembradora de granos gruesos y dosificación neumática con fertilización en la línea de siembra que cuenta, además, con el sistema colocador de cinta de riego por goteo que se puede situar a diversas profundidades desde el nivel superficial, sub-superficial o subterráneo hasta los 25 centímetros. Otro detalle importante es que el equipo cuenta con enganche de tres puntos y requiere una fuerza de 6-8 hp en la barra de tiro para labores de siembra a 6 km/hr.
Experimento
El objetivo del trabajo consistió en evaluar el comportamiento productivo del cultivo de calabaza (Cucurbita moschata Duch) manejado en condiciones de siembra directa y fertirriego por goteo subterráneo, en comparación con las situaciones de manejo convencionales del valle bonaerense del río Colorado.
El ensayo, estuvo a cargo de Juan Pablo D´Amico, ingeniero agrónomo y especialista del INTA Hilario Ascasubi, Buenos Aires, diseñador de la sembradora, quien evalúa desde hace cuatro años el comportamiento de estos cultivos y nos cuenta que “es la primera vez que utilizan una sembradora fabricada única y exclusivamente para la siembra directa de cucurbitáceas”, resaltando también el aporte realizado por Domingo Abbadie, empresa fabricante del prototipo.
En primer lugar, la siembra se realizó sobre cultivo antecesor trigo, aunque también ha tenido buenos resultados utilizando centeno como antecesor. En cuanto al control de malas hierbas, las de hoja ancha son un aspecto crítico en la región, pero que se pudo resolver gracias a los altos volúmenes de cobertura de rastrojo de maíz del verano anterior, y más aún por la incorporación de cultivos de cobertura verdes como los cereales de invierno y solo en caso de ser necesario se recomienda aplicar herbicida de control total cubriendo las hileras del cultivo con pantallas protectoras incorporadas en la máquina pulverizadora.
La fertirrigación se realizó mediante cintas de goteo enterradas a 25 cm de profundidad y distanciadas a 70 cm entre sí, solo con fertilizante nitrogenado a razón de 150 kg/nitrógeno por hectárea ya que el suelo no tiene limitantes de fósforo.
Resultados preliminares
Los resultados siempre fueron muy promisorios y nunca se observaron limitantes para el cultivo debido a la práctica de labranza cero, sino totalmente lo contrario.
Al momento de contrastar con el mismo cultivo, pero en labranza convencional, se llegó a la conclusión que “el experimento requirió sólo el 35 % de las labores, el 50 % del aporte de agua de riego, el 80 % del gasto de combustible y el 85 % de los salarios, logrando un rendimiento aproximado de 50.000 kilos por hectárea, lo cual duplica aproximadamente los valores obtenidos hasta el momento en la zona bajo el sistema convencional”, afirma D´Amico.
Mayor información
Sobre Juan Pablo D´Amico, es ingeniero Agrónomo, Magister en Mecanización Agrícola, coordinador de proyectos específicos del INTA, actualmente coordinador del proyecto “Tecnología para mejorar la calidad y productividad del trabajo en producciones mano de obra intensivas“, anteriormente fue coordinador del proyecto “innovaciones en implantación para la producción de granos y forrajes“. También ejerció la docencia en la cátedra de Maquinaria Agrícola en la Universidad Nacional del Noroeste de la Pcia de Buenos Aires (UNNOBA) y autor de diversas publicaciones técnicas, entre las cuales ha logrado dos patentes de invención. Desde el año 2014, participa en desarrollos de ingeniería rural aplicados a la horticultura.
Sobre Domingo Abbadie, industria especializada en el diseño, desarrollo y reparación de maquinaria agrícola, desarrollo de prototipos, reformas, implementos para aplicaciones específicas, maquinaria nueva y usada.
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